El depósito de la paciencia de la dirección regional del PP se ha agotado y ayer entró la reserva. Consumidas sin ningún resultado las horas de prórroga concedidas por decisión de Génova por si finalmente había dimisiones en el grupo de los nueve concejales de Valencia investigados por presunto blanqueo de capitales, en la tarde de ayer se decidió activar el plan «b». La dirección remitió una carta a cada uno —hoy les llegará— en la que les notifica que tienen un plazo de «diez días hábiles» para renunciar al acta de concejal. El plazo disponible para dejar paso a los siguientes de la lista se alarga hasta el próximo martes 5 de abril, según explicaron fuentes del Partido Popular. La decisión de remitir los nueve escritos se adoptó «en coordinación con Génova», según aseguraron las mismas fuentes.

En la misiva, certificada y con acuse de recibo y firmada por la coordinadora general, Eva Ortiz, se les conmina a cumplir su promesa de dejar el acta de concejal en el caso de que siguieran investigados —que es como se denomina actualmente a la figura del imputado— cuando se levantara el secreto de sumario de la pieza separada del blanqueo de capitales. Unas circunstancias que se han producido sin que haya tenido consecuencias por ahora. Los concejales adquirieron ese compromiso durante la reunión que mantuvieron el pasado 15 de febrero con la líder del partido, Isabel Bonig, y la propia Eva Ortiz. Lejos de irse, los ediles subrayaron después de la intervención de Rita Barberá, su inocencia y disposición a seguir tras conocerse el sumario. Una actitud que no sentó nada bien a los dirigentes del PP.

Los concejales están investigados por la operación de pitufeo, el blanqueo al por menor a través del ingreso de 1.000 euros en la cuenta del PP, que los devolvió supuestamente en dos billetes de 500 para lavarlos. Los ediles declararon ante la UCO de la Guardia Civil, el juez y se reunieron en grupo con la dirección y, en un último intento de lograr sus renuncias, uno a uno a solas con Isabel Bonig, quien consideró que en el cara a cara convencería a alguno para que diera un paso atrás. Nada ha sido efectivo.

Sólo quedaría el «Messi» Monzó

Aunque en la breve carta no se habla del escenario que se suscitará para quienes no dimitan, la dirección del partido advirtió la semana pasada de que si no se avienen a razones habría «consecuencias» estatutarias. Una forma eufemística de aludir a las expulsiones, que acarrearían el paso de los concejales al Grupo Mixto. En el grupo popular seguirá Eusebio Monzó, libre de la investigación, independiente y al que Rita Barberá consideró el Messi de la candidatura. Seguirá «Messi» y habrá que ver cuántos más le acompañan.