El camino de la diputada de Compromís Isaura Navarro, que pretendía optar a una de las dos plazas de letrada que las Corts han convocado, chocó ayer por la tarde con un obstáculo de considerables dimensiones: la Conselleria de Transparencia, Responsabilidad Social, Participación y Cooperación, uno de los puntales de la nueva acción de gobierno que emana del pacto del Botànic y que gestiona su propio partido, Compromís.

El conseller, Manuel Alcaraz, uno de los cargos más afines a la vicepresidenta Mónica Oltra, en cuyo entorno existía malestar por la decisión de la diputada, consideró ayer por la tarde que la decisión adoptada por Navarro no era «pertinente». Además la intención de la diputada de opositar a letrada del Parlamento era vista por Manuel Alcaraz como «poco ética».

Las declaraciones del conseller se produjeron en un contexto de malestar creciente en todos los partidos por la pretensión de la diputada. El día antes todos los grupos representados en las Corts y el propio presidente, Enric Morera, se desmarcaron de participar en el tribunal que iba a examinar a la diputada.

Además, fuentes crecanas a la vicepresidenta Oltra habían señalado de forma gráfica que «el cargo conlleva la carga». En el Consell se consideraba que Navarro no podía defender la ley de incompatibilidades en las Corts ya que dejaba un flanco al PP por donde atacarla y desviaba el foco de lo importante, la ley.

El conseller de Transparencia reclamó ayer en declaraciones a eldiario.es a su compañera de partido, Isaura Navarro, que desistiera al considerar que si persistía en su intención de opositar dañaba el prestigio de las Corts Valencianes y lanzaba un mensaje que ayuda a las tesis del PP de que todos los políticos son iguales.

«Desde el punto de vista jurídico no hay impedimento pero genera una disfunción muy importante en el parlamento. De entrada, muchos de los miembros del tribunal deberían abstenerse, creando una situación muy dañina para la credibilidad de la institución», manifestó Alcaraz.

«La ética fuerza a no hacer determinadas cosas en un cargo público y actitudes como ésta le hacen un flaco favor al sistema. Amplian la zona de sombra que el PP arrojó sobre las instituciones, desprestigiándolas y extendiendo ese mensaje tan dañiño que difunde la derecha: que todos los políticos somos iguales», aseguró.

«Isaura, que es una luchadora contra la corrupción, debería reflexionar. La izquierda debe ser creíble y tener un plus ético», añadió Alcaraz antes de conocerse la renuncia de Navarro.