La portavoz del PP en la comisión de Educación de las Corts, Beatriz Gascó, denunció que el «plan que tiene entre las manos» el Consell del Pacte del Botànic con la liquidación del distrito único de escolarización es «imponer un modelo educativo único, eliminar la concertada porque les molesta cualquier opción diferente de pensamiento y poner la educación al servicio de la izquierda».

Gascó, ex directora general de Innovación Educativa en la anterior legislatura, instó a Miguel Soler a «dejar de extorsionar a los centros concertados y de asfixiarlos hasta que no puedan más».

«Mitigar las desigualdades»

Desde la bancada socialista, Eva Alcón, defendió el nuevo decreto de admisión porque «la Administración tiene que mitigar las desigualdades sociales, ya que sólo así se garantiza la libertad de elección de colegio».

Josep Nadal, diputado de Compromís, insistió en que «lo que no puede ser es que quien tenga más dinero pueda elegir centro con menos alumnos en dificultades». «Con el distrito único, el dinero público servía para beneficiar una educación elitista», subrayó el portavoz de la coalición nacionalista.

Nadal sostiene que los «criterios objetivos» que fija el nuevo decreto «son la manera real de garantizar la libre elección, y no la libertad neoliberal de aquellos que tienen más dinero».

Sandra Mínguez (Podemos), también aplaudió el nuevo decreto y considero un acierto que haga constar por escrito que los centros concertados no pueden cobrar por reserva de matrícula ni exigir aportaciones obligatorias a fundaciones, «pues hay que garantizar la gratuidad de la enseñanza». Mercedes Ventura (C´s) reclamó una bajada de las ratios de alumnos por aula en todos los cursos, especialmente en FP.