El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha censurado hoy que ningún integrante del Gobierno en funciones haya asistido al debate del Congreso sobre la reforma del Estatuto valenciano, lo cual evidencia, a su juicio, que "no les importa lo más mínimo lo que pasa en la Comunidad".

Para el presidente valenciano, el debate de toma en consideración de la reforma del Estatut, que ha acogido hoy el Pleno de la Cámara, es "una cuestión fundamental" por cuanto refleja en gran medida "el problema valenciano".

Según ha manifestado en declaraciones a los medios de comunicación tras el debate, ese "problema" es "la infrafinanciación de la Comunidad, la 'infrainversión' y la deuda histórica". Sólo en la pasada legislatura, ha dicho, la región ha dejado de recibir más de 2.000 millones en inversiones.

La reforma del Estatuto valenciano se refiere a cambiar la disposición adicional primera del texto para equiparar el monto de las inversiones al peso de la población del territorio en el conjunto de España.

En suma, se trata de conseguir más inversiones y de que "los valencianos inicien un camino de recuperación y tengan los recursos y las inversiones que merecen", ha dicho Puig.

El presidente valenciano ha criticado que a un debate de esa índole no haya acudido el jefe del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, así como ninguno de sus ministros.

"Me produce tristeza que a ningún responsable del Gobierno le importe lo más mínimo lo que pasa en la Comunidad Valenciana", ha incidido antes de opinar que dicha ausencia pudiera responder a la situación interna del PP de la Comunitat Valenciana, controvertida debido a diferentes casos de corrupción.

Preguntado por la posición contraria de Ciudadanos a la reforma estatutaria, Puig la ha atribuido a una posible "contradicción", puesto que la intervención de la diputada Marta Martín se ha centrado, en su opinión, en la financiación, pero no en la inversión, que es lo que plantea el cambio estatutario.

Ha añadido que tras una conversación con el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, en el patio del Congreso, justo tras acabar el debate del hemiciclo, ambas formaciones "trabajarán juntas" para consensuar posiciones.

Porque, como ha recalcado Puig en varias ocasiones, lo que hoy se ha debatido en la Cámara Baja es ante todo "una respuesta política".