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Análisis

Mónica Oltra, consellera de Igualdad con réplica feminista

El debate sobre la custodia compartida evidencia el choque de trenes entre la máxima responsable de las políticas de género, y colectivos feministas

Oltra, cuando defendió la ley de custodia compartida en 2011. EFE/Bruque

La ley de 2011 que asigna la custodia compartida en caso de desacuerdo entre los cónyuges ha sacado a relucir las diferencias ideológicas entre los socios del Consell, PSPV y Compromís, pero también ha evidenciado que la vicepresidenta y consellera de Igualdad, Mónica Oltra, una de las principales defensoras de esta ley, no cuenta con el favor de parte del movimiento feminista para el que la aplicación de esta norma en los términos de imposición ha sido perjudicial para las mujeres. La falta de sintonía entre Oltra y muchos de los colectivos de mujeres que han abanderado la lucha por la igualdad no deja de resultar paradójica en una legislatura en la que, por primera vez, las políticas de igualdad han logrado entidad propia en la Generalitat.

En las negociaciones del Botànic, Oltra se peleó con uñas y dientes para controlar este área. El presidente Puig cedió este terreno como un mal menor con el consiguiente enfado de las feministas de su partido, que ya de inicio no comulgaban con Oltra. El divorcio se hizo notar desde el principio a cuenta de la recuperación del Institut de la Dona, un lugar emblemático para el feminismo socialista. Las prisas de unas por devolver este espacio a las mujeres topó con los tiempos de la consellera, que apuesta por proyecto diferente al que aspiraba el colectivo feminista del PSPV.

El malestar, sin embargo, se contuvo y no fue más allá del conato de una carta-protesta dirigida a Puig, que finalmente se quedó en un cajón.

Ha sido la controversia en torno a la custodia compartida la que ha evidenciado una división que parece insalvable en un tema complejo y lleno de aristas, pero que en el fondo muestra diferentes formas de plantearse la lucha por la igualdad. Algunas destacadas feministas apuntan en privado que el problema de fondo es que Oltra no se cree el feminismo e incluso la acusan de tacticismo electoral. Desde el entorno de Oltra, sin embargo, se considera que el feminismo ´tradicional´ podría estar desfasado al no haber logrado situar en la agenda pública asuntos de género claves para el empoderamiento de la mujer más allá de la violencia de género, el aborto o la prostitución. Son necesarias otras voces, apuntan, y mantienen que la posición de Oltra tiene respaldo en otras plataformas.

Por lo pronto, no hay muchas dispuestas a dar la cara. Unas jornadas organizadas por la Diputación de Valencia a instancias de la diputada socialista de Igualdad para debatir sobre la custodia compartida este mes fueron aplazadas con los trípticos prácticamente editados. Entre las invitadas, estaba Altamira Gonzalo, abogada y reputada activista en contra de la compartida, pero también se había invitado a Compromís para defender la postura contraria. Isaura Navarro declinó ir. Dones de Compromís pidió por carta al PSPV que las aplazara. Se celebrarán en mayo.

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