Rafael Barrué Broch (Vila-real, 1966) es licenciado en Bellas Artes por la Universidad Politécnica de Valencia y en Teología por la Pontificia Gregoriana de Roma. Tuvo la llamada a la vocación monacal cuando ejercía de profesor de dibujo, y era ballaor en dos grupos de danza.
¿Cuál es la función de un prior cisterciense en el siglo XXI?
Los monasterios cistercienses, y benedictinos, tenemos un abad y un prior, que es el encargado de la gestión. En mi caso la relación con el Ayuntamiento de Vimbodí o la Diputación de Tarragona.
¿Alguna dedicación especial, además del «ora et labora»?
Seguimos las huellas del fundador, donde el monasterio era un foco de cristianismo, de cultura y de educación.
¿Cómo?
Hacemos muchas actividades culturales. Además del edificio del monasterio, existe una comunidad, porque Poblet está habitado.
¿Qué clase de actividades?
Sobre todo de música. Festivales de verano, como el de Jordi Savall, de órgano€ Así como conferencias sobre la sociedad y la cultura en el mundo actual.
¿Qué hace que un valenciano se meta monje en Poblet?
La primera vez que vine fue con un capellán de Vila-real, mosén Guillem Sanchis, que venía el día de Sant Bernat, el 20 de agosto, a hacer una paella. Vine de acompañante, pero la cuestión es que a partir de entonces algunos jóvenes de Vila-real empezamos a tener relación con Poblet. Solíamos venir en Semana Santa, fuera, porque éramos chicos y chicas. Poco a poco€
Pesaron las convicciones religiosas.
Evidentemente, pero pensaba que eso de ser monje era para otros, no para mí.
Estudió Bellas Artes en Valencia, la facultad más hippy de la Politécnica.
Sí, pero también era hippy que yo viniera a Poblet, pues se lo contaba a mis compañeros de facultad.
¿Lo entendían?
Siempre tuve la comprensión de todos. Un profesor decía que no entendía que hacían los monjes, en vez de dedicarse a un hospital. Pero el monasterio es una especie de hospital psicológico. Del interior de la psicología y de la espiritualidad, evidentemente.
¿Que la tumba de Jaume I esté en Poblet da un valor extra?
El valor es el interés de todo lo que era la Corona de Aragón. Poblet, hasta hace cuatro días, recibía subvenciones de los gobiernos de Valencia, Islas Baleares, Aragón y Cataluña. Con la crisis se fueron.
Deberá hablar con Ximo Puig, que seguro estará muy receptivo.
Ximo Puig estuvo en Poblet antes de ser presidente de la Generalitat, con el entonces dirigente de los socialistas catalanes, Pere Navarro, que ya le predijo al abad anterior que Puig sería el próximo presidente valenciano.
¿Se sabe por qué hay dos calaveras en la tumba de Jaume I?
Las tumbas fueron profanadas en la desamortización y el cura de L'Espluga recogió los huesos, que estuvieron en la catedral de Tarragona hasta que Frederic Mares restauró todas las tumbas. Cuando trajeron los huesos, los colocaron buenamente, sin saber de quién era cada cual. A Jaume I le cayeron dos cabezas, dicen que una porque tenía un agujero de guerra en la cabeza, la otra porque tenía un pelo rubio. Los huesos más grandes fueron a su tumba porque dicen que era grande.
¿Qué le llega del cambio de gobierno valenciano?
Me dicen que las cosas van muy poco a poco. Tengo familiares que trabajan en el ámbito de la enseñanza y la sanidad que me dicen eso.
¿Cómo ve la relación entre Valencia y Cataluña?
Somos tres monjes de las comarcas de Castelló, uno de la Ribera y otro de La Vall de Gallinera. Los valencianos tenemos unas relaciones muy fraternas. De hecho la mayoría de huéspedes sacerdotes son del Arzobispado de Valencia, más que de Barcelona.
¿Igual es que aquí encuentran algo que no tienen en Valencia?
Es posible. La lengua hace mucho. De hecho cuando vine por primera vez me llamó mucho la atención, porque se hacía la liturgia en catalán, así como la forma de orar, porque lo hacemos todo musicado.
¿En qué estado está la biblioteca?
Con la desamortización de Mendizábal se perdió toda la biblioteca. Algunos códices están en Girona, el archivo de Poblet está en Madrid y lo que tenemos es después de 1940. El 24 de noviembre de 1940 llegaron cuatro monjes italianos a retomar la vida monástica. Hubo donaciones de libros que ya provenía de Poblet, como la colección de Pere Antoni de Aragón, aunque fueron robados en los años noventa, pero espero que los devuelvan, porque no se pueden vender al estar catalogados. Ahora tenemos unos 80.000 volúmenes.
A los 700 años de la muerte de Ramon Llull, ¿el Mediterráneo es todavía un mar ecuménico?
Cuando estudiaba en Roma, tuve una asignatura de la relación del Islam con el cristianismo. El profesor era un jesuita que estuvo 22 años en Ankara. Tenía una compañera de clase musulmana. La relación entre las dos religiones es fraterna. Pero cuando una religión, cualquiera, se extrapola o se lee el Corán con una visión fundamentalista, eso hace que te cierres. Eso también le puede pasar a un católico, lo que lleva a una división entre lo bueno y malo extrema, que insta a querer matar a lo malo. Lo que está pasando en Siria. Hace un mes vino un experto sobre Siria que nos contó que había cuatro frentes abiertos y por la televisión no nos enteramos ni de la mitad de lo que pasa. Porque hay naciones que venden armamento y les va bien que hayan guerras.
¿Pero se dan conflictos en nombre de Alá o Dios, que pensábamos que no se volverían a dar?
Aquellas guerras se llamaron de religión, pero no era así. Porque resulta que la Inglaterra anglicana y la España católica se unían contra la católica Francia. ¿Qué intereses hay ahora en Siria?
¿Se incorporan nuevos monjes?
Sí, muchos vienen a hacer pruebas. Para entrar en el monasterio hay que hacer pruebas durante un mes y siempre tenemos candidatos, pero no todos se quedan. Ahora tenemos dos novicios.
