La alianza electoral que Podemos e Izquierda Unida sondean estos días en España mientras parecen esperar la confirmación, la próxima semana, de la nueva cita electoral del 26 de junio tiene también su derivada valenciana.
El posible acuerdo estatal que un sector de Podemos busca con IU modificaría sensiblemente el tablero electoral valenciano y la posibilidad de una alianza Compromís-Podemos-EUPV, inédita hasta el momento, y que resultó imposible en diciembre, podría tener su segunda oportunidad.
Los movimientos en Madrid fortalecen esta opción. No se han iniciado contactos entre los actores valencianos ni se ha hablado de marcas electorales, pero empezarán a hacerlo la próxima semana si, tras la ronda de consultas del Rey, lunes y martes, ningún candidato está en condiciones de someterse a la investidura. En Podemos, el sector afín a su líder, Pablo Iglesias, es el más convencido de las bondades del pacto, aunque los errejonistas prefieren alianzas puntuales y más transversales por territorios, como ocurrió en diciembre en la Comunitat Valenciana, Cataluña o Galicia y por la que se decantarían buena parte de los dirigentes valencianos de la formación morada.
En Compromís, la mayoría de voces prefiere repetir la alianza con Podemos, pero ampliada a EU. Ayer, lo volvió a repetir la coportavoz de Compromís, Mónica Oltra, que subrayó que la confluencia de izquierdas serviría para traducir votos en diputados y dar voz a una mayoría que quiere cambio. Se refería a los 111.963 que IU-UP sumó en la Comunitat Valenciana en diciembre „cerca de un millón en España„ y que se quedaron sin representación en el Congreso porque la formación no logró diputados en este territorio.
Al estilo del conjunto de España, donde Podemos está convencido de que con IU lograría el sorpasso al PSOE, en la Comunitat Valenciana la alianza entre Compromís y Podemos del pasado diciembre ya superó en votos a los socialistas. Si sumarán a IU podrían incluso batir al PP en la provincia de Valencia con los resultados de diciembre y poner en peligro la hegemonía del PP en la autonomía.
Desde EU recuerdan que en diciembre no hubo negociación seria ni documento final que someter a votación de su asamblea. En EU molestó una cierta actitud de superioridad de Podemos. «Ojalá fuese posible ahora», señala el exdiputado Ricardo Sixto, quien ayer emplazó al resto de formaciones a sentarse a hablar si se confirma el nuevo escenario preelectoral.
Con todo, en la política valenciana ya se ha demostrado varias veces que dos y dos no siempre suman cuatro. Además, el pacto provocaría reticencias en el sector del Bloc que lidera el candidato Rafael Carbonell, que aglutina a los críticos con el acuerdo del pasado diciembre entre Compromís y Podemos, que rechazaron las bases y avaló finalmente la dirección. Esta semana el conseller de Economía Rafael Climent no pudo ser más claro y defendió abiertamente una candidatura propia de Compromís sin Podemos.
Incluso hay voces en el partido de Iglesias que temen que una alianza al estilo Frente Popular pueda dar alas al PP y despertar a una parte de su electorado que podría ver con recelo una gran acuerdo de izquierdas en la Comunitat Valenciana, tradicional feudo de los populares. Además, las encuestas de las últimas semanas señalan un descenso de apoyos a Podemos, a quien parte del electorado culparía del fracaso de un pacto en España que desaloje al PP.
También puede jugar en contra de la plataforma de izquierdas la premura con la que habrá que prepararla ya que el plazo para constituir alianzas electorales acabaría el 13 de mayo.
