Hubo un tiempo de caídos por Dios y por la Patria. La caída del nigeriano Ojo Idehen desde un andamio a seis metros de altura fue por un Dios cuya iglesia reformaban „él estaba instalando luminarias y cortinas„ y en una patria situada a 3.500 kilómetros de la suya. El resultado ha sido desastroso: aquella caída sobrevenida en mayo de 2010 en la nave industrial que adecuaba en Xirivella la Iglesia Montaña de Fuego y Milagros „una confesión de origen nigeriano y de base evangélica„ ha dejado parapléjico a Ojo y, por el momento, sin percibir la indemnización a la que tiene derecho pero que dicha iglesia, que era la suya, se niega a pagarle.
Casado y con tres hijos de 18, 17 y 15, Ojo tiene 40 años y está postrado en una silla de ruedas desde el accidente. No tiene sensibilidad en las extremidades inferiores. «El médico dice que no la recuperaré. Pero yo sigo yendo al gimnasio y la piscina para ver si algo cambia», anhela. En una sentencia firme emitida el pasado noviembre, la Audiencia Provincial de Valencia condenó a la Iglesia Montaña de Fuego y Milagros a pagarle 360.830 euros a Ojo debido a «la total y absoluta ausencia de medidas de seguridad, ni aun de las más básicas». El accidentado «no portaba ningún cinturón ni medio de sujeción», ni tampoco había sido instruido «sobre los riesgos del uso del andamio». El hombre participaba como voluntario en unas obras destinadas a mejorar el local ante la visita de un alto cargo de la iglesia procedente de Nigeria (donde su nombre original es The Mountain of Fire and Miracles Ministries).
Sin embargo, la resolución judicial no ha servido de nada. A diferencia de los templos católicos, esta iglesia no tenía contratado ningún seguro de responsabilidad civil. Y, al ejecutarse la sentencia, la entidad religiosa no tenía un euro en el banco. Por ello, Ojo no ha podido cobrar la indemnización que necesita. Y la necesita, dice, principalmente para cumplir dos objetivos: «adecuar una vivienda a mis necesidades de movilidad», especialmente el baño y la cocina, y «poder preparar el futuro de mis hijos».
«Desamparado»
Su letrada, Gloria Ferrandis, lamenta la «injusticia brutal» que está sufriendo el hombre, afincado en Torrent. Ella considera que la iglesia, después de haberle pagado 3.000 euros nada más suceder el accidente para ver si así zanjaba el asunto, lo ha dejado «totalmente desamparado cuando podrían pagarle perfectamente si tuvieran voluntad».
Según explica su abogada, esta Iglesia «tiene cinco templos en España por los que paga un alquiler y posee una fuerza económica brutal en Nigeria». La entidad religiosa cuenta con una universidad propia „la Mountain Top University„ en cuya página web se especifican distintas plataformas de pago para realizar donativos en distintas divisas, con nueve cuentas corrientes en el Zenith Bank y el Ecobank, dos entidades financieras de Nigeria. La Iglesia Montaña de Fuego y Milagros está presente en más de 40 países de África, Europa, América y Asia y atesora millones de fieles en todo el mundo, según la información de su portal.
De acuerdo con la información de la que dispone la abogada de Ojo, la iglesia ubicada en el polígono de la Carretera de Aldaia a Xirivella recauda dinero de los fieles a través de donativos y sus responsables se lo llevan periódicamente en efectivo hasta Nigeria. Contactado por este periódico, un representante de esta iglesia en Xirivella no realizó ayer declaraciones al respecto.
Denuncia penal admitida
Al no poder cobrar la indemnización, la abogada de Ojo ha presentado una denuncia penal que ya ha sido admitida en el juzgado por frustración de la ejecución de la sentencia „la antigua insolvencia„ ante lo que considera que ha sido un presunto delito de alzamiento de bienes por parte de la Iglesia Montaña de Fuego y Milagros. Es decir: quieren averiguar si vaciaron las cuentas para que el hombre que sufrió una lesión medular y fractura de pelvis a causa de la caída no pueda cobrar lo que la Justicia ha estipulado.
El juzgado de instrucción número 1 de Torrent ya ha ordenado que se recaben los antecedentes penales de los investigados, que declaren el 11 de mayo, que se investigue el patrimonio de la iglesia y de los investigados, y que dos bancos españoles aporten extractos de las cuentas de la iglesia desde el 4 de noviembre de 2015 hasta la actualidad (si es que siguen activas).
El embrollo es grande. Tanto como el pesar que hunde a Ojo Idehen en su silla de ruedas. «Me duele mucho „dice„. Ellos no hacen lo que cuentan que dice la Biblia. Ellos engañan a la gente. La iglesia se lleva todo el dinero y no quiere sacar nada para ayudarme a mí. Porque no llevan el dolor que yo llevo. Únicamente yo he pagado por todo», masculla.
Los representantes de su Dios le han abandonado. «Yo antes creía en esa iglesia; ahora ya no», dice como un San Pablo moderno tras una caída que le ha cambiado la fe. Su nueva patria le ha reconocido una incapacidad permanente absoluta por la que percibe una paga que ronda los 1.500 euros al mes. Ahora persigue la indemnización a la que tiene derecho.
