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Carreteras

Más de 80 municipios piden al Gobierno que rescate ya tres tramos de la AP-7 para evitar accidentes

La intensidad del tráfico y la alta siniestralidad de las carreteras nacionales que discurren paralelas, principales causas de la campaña - Las entidades vecinales critican que la N-340 está «desfasada»

Más de 80 municipios valencianos —84 concretamente—se han adherido a una propuesta de moción presentada por la Confederación de Asociaciones de Vecinos y Consumidores de la Comunitat Valenciana (Cave-Cova) centrada en pedirle al Gobierno central que rescate tres tramos de la autopista del Mediterráneo (AP-7) por la «elevada intensidad del tráfico y la alta siniestralidad de las carreteras que discurren paralelas». Se trata de los tramos de la carretera N-340 que discurren entre las localidades de Vinaròs y Sagunt, Sueca y el Campello y Alicante y Crevillent.

Según los datos aportados por la Unidad de Víctimas de Accidentes de Tráfico de la Dirección General de Tráfico (DGT) entre los años 2011 y 2015 se ha registrado en las citadas vías un total de 2.773 accidentes con daños materiales y 1.454 sucesos con víctimas, con un total de 81 fallecidos. A su vez, se lamentaron 2.018 heridos leves y 263 graves.

En la moción también se pide al Gobierno que «garantice el rescate general de la concesión de la AP-7 en la fecha prevista para su extinción (2019), sin prórroga posible, de manera que se corrija la discriminación negativa que padecen las comunicaciones en nuestro territorio».

25.000 vehículos por día

Desde Cave-Cova, además, apuntan que «la N-340 es la principal arteria de comunicación gratuita que pasa por nuestro territorio y actualmente se encuentra totalmente desfasada frente a las necesidades de circulación. Esta es una infraestructura creada en los años 50 y 60 pero que hoy en día está soportando la mayor parte del transporte de mercancías por carretera de la costa mediterránea, lo que, sumado a los desplazamiento privados, supone una media de circulación de 25.000 vehículos por día».

«Este volumen de tráfico en una carretera antigua, con sólo un carril por sentido y que atraviesa muchas poblaciones, conlleva un riesgo altísimo para la seguridad vial», prosiguen. Cabe recordar que la concesión de la AP-7 finaliza en 2019. Sin embargo, las entidades vecinales quieren adelantar su liberalización. Recuerdan que desde el inicio de la crisis «ha experimentado una notable reducción del tráfico» y avisan de que «se seguirán realizando charlas, se cortarán carreteras y se irán tejiendo complicidades» para reducir las cifras de accidentes.

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