Gestión de Ruedas Iberia llegó a Seseña en 2013 gracias a que en 2011 el ayuntamiento consiguió que un juez decretase la parcela (actualmente propiedad de dos empresas inmobiliarias) como «bien abandonado», de modo que podía hacerse cargo del triturado y de la retirada de neumáticos. Para esta actividad, en un principio, el consistorio contrató a una empresa senegalesa, pero luego rescindió el contrato, y se lo encargó a la valenciana. El pasado lunes, tres meses después de que Gestión de Ruedas Iberia abandonase el cementerio de neumáticos, el Gobierno de Castilla-La Mancha recibió una propuesta de la empresa pública Emgrisa para convertir estos neumáticos usados en combustible. v. c. m/efe valencia/toledo