Pedro Sánchez ha intentado cerrar esta tarde las heridas con los socialistas valencianos. El candidato del PSOE ha firmado un compromiso para ejecutar las principales reivindicaciones del Gobierno valenciano, si llega a La Moncloa tras las elecciones del 26J. Lo ha hecho en la sede del PSPV y tras visitar por primera vez en un año al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, en su despacho. Lo ha hecho una semana después del desencuentro con este por la pretendida Entesa valenciana al Senado, abortada por Ferraz.

"El PSOE no es un cuartel", afirmó ayer al ser preguntado por ese conflicto. "En el PSOE hay debate, y mucho, luego se acuerda y nos ponemos a trabajar", zanjó por dos ocasiones.

El acuerdo contempla una "solución a la infrafinanciación", del que dijo que es el primer compromiso de un candidato en la historia de la democracia. Eso sí, en la cuestión de la deuda histórica, no se expresaron de forma unánime uno y otro. Sánchez no fue tajante a la hora de comprometerse con condonarla.

El documento asume también el Corredor Mediterráneo (las principales obras deberían estar en una legislatura) y otras infraestructuras, como el túnel pasante de Valencia, un contrato programa para el transporte metropolitano en las grandes ciudades valencianas y la transferencia de las cercanías.

Con respecto al conflicto por la prohibición de las esteladas en la final de la Copa del Rey, Sánchez no necesitó preguntas para manifestar que "aun no compartiendo su significado, la prohibición no es el camino. El fuego no se frena con más gasolina". "Rajoy agita banderas para no hablar del multazo" de la UE por incumplir las previsiones de déficit, sentenció.