El consenso que desde hace días pronosticaban en el Bloc para evitar una confrontación interna en el congreso que se inicia hoy en Feria Valencia resulta mucho más complicado de alcanzar de lo que los protagonistas reconocen. Casi mes y medio después de conocerse la intención de los dos candidatos, Àgueda Micó y Rafael Carbonell, de optar a la sucesión de Enric Morera, que dirige la formación nacionalista valenciana desde 2003, el acuerdo de integración sigue sin producirse a pocas horas del cónclave.

Tampoco ayer hubo fumata blanca, tras más de seis horas de negociación en el reservado de un restaurante del barrio del Carme de Valencia. Como días atrás, ambas delegaciones mantienen su optimismo y anoche destacaban que no había ruptura. Nadie se había levantado de la mesa. Las dos delegaciones están convencidas de que habrá acuerdo hoy antes de las 17 horas, cuando vence el plazo para presentar candidaturas mientras las votaciones se realizarían el domingo. Anoche, el acuerdo estaba cerrado en el liderazgo, que compartirían ambos en una bicefalia inédita en el Bloc, a modo de su socio, Iniciativa, que cuenta con tres portavocías. Ninguno de los dos tendría más atribuciones que el otro, con la presencia de dos secretarios generales, que ahora se denominarían nacionales. En cambio, la principal divergencia estaba en el reparto de las áreas que controlaría cada uno de ellos: Organización, Comunicación, Implantación Municipal, Relaciones Institucionales, Finanzas y Transparencia, aunque se intentaba trasladar una especie de mestizaje en cada una de ellas al estilo del Consell. La clave a última hora estaba en la formación de una ejecutiva en la que ambos se sintieran cómodos y pudiera funcionar sin sobresaltos. Tampoco en la composición definitiva existía acuerdo.

Desde la candidatura de Micó señalaban que aún quedaban cuestiones por resolver, pero se mostraban esperanzados en que el pacto era cuestión de tiempo y que acabaría por producirse, aunque señalaban que Carbonell lo estaba poniendo muy complicado hasta el final y ponían en valor el hecho de que Micó, que en principio es la favorita si se llega a la votación, hubiera admitido compartir liderazgo con su oponente. Esa bicefalia, entienden en el Bloc, no sería un problema porque tras las generales el camino de elecciones está despejado hasta 2019 cuando se celebren las autonómicas y municipales.

En la mesa de negociaciones están en juego también dos modelos de partido, un Bloc más fuerte para impulsar Compromís, que defiende Micó, y otro más resistente y con liderazgos fuertes que aspira a que se visualice también en el plano social la fortaleza numérica que el Bloc tiene en Compromís, aspiración de Carbonell.

El Bloc celebra desde hoy en el pabellón 7 de Feria Valencia su Congreso Nacional donde 2.065 afiliados, el 70 por ciento de la militancia, decidirá el rumbo político y organizativo de la formación en los próximos años, y que tendrá como principal objetivo fortalecer Compromís.

Los asistentes votarán también la ponencia política y la de estatutos, elegirán a la nueva ejecutiva nacional, la comisión de Garantías, la de Cuentas y nueva dirección de la formación política.