La Guardia Civil ha detenido en Figueres (Girona) a un falso médico, natural de Sagunt, que ejercía sin título legal tras haber sido contratado por el Institut Català de la Salut (ICS). El arrestado, Víctor Manuel Y. F., de 45 años, ya había sido detenido en 2013 en Murcia por la misma razón: haber ejercido como médico residente en el Hospital de Dénia y en el centro de salud de Calp sin tener titulación para ello y haber impartido clases de Fisioterapia en la Facultad de Medicina de Valencia. Pero, además, fue arrestado en 2011 después de que su novia descubriese que había colocado una cámara oculta en unos baños de mujeres del Hospital de Castelló, donde trabajaba adscrito al SAMU.

La última detención de Víctor Manuel Y. F. se produjo hace unos días en el Hospital de Figueres, adonde acudieron agentes de la Guardia Civil para arrestarlo. Los investigadores habían recibido una alerta en febrero pasado en la que alguien avisó de que el saguntino estaba trabajando de nuevo a pesar de que continúa sin tener título alguno para poder ejercer como médico.

Los agentes se pusieron en contacto con la Facultad de Medicina de Granada, supuesta expedidora del título que exhibía cada vez que concurría a un puesto como médico, y también con las de Murcia, a través de la cual se examinó para obtener una plaza como MIR en Dénia, y la de Valencia, donde había estado contratado como docente.

Incluso han buceado en los archivos del Ministerio de Educación y Cultura, el organismo que determinó que el ahora detenido no tiene en su poder ningún título de licenciado en Medicina.

Con todos esos datos en la mano, los investigadores acudieron al Hospital de Figueres, que da servicio a todo l´Alt Empordà, y se lo llevaron esposado, vestido aún con el uniforme blanco de médico, ya que estaba en horario laboral.

Los agentes le acusan de intrusismo profesional, falsificación de documentos y contra la salud pública (por expedir fármacos sin la correspondiente legitimación).

Cámaras en los baños

Víctor Manuel Y. F. saltó a la fama en marzo de 2011, cuando fue arrestado por supuestamente colocar en unos baños de mujeres del Hospital de Castelló una cámara oculta con la que grababa vídeos que luego almacenaba en su ordenador.

Los hechos fueron detectados gracias a la denuncia de la que entonces era su novia, una enfermera del citado hospital, que descubrió en el portátil de su pareja una veintena de vídeos grabados en esos baños, que daban servicio a personal sanitario del SAMU y a estudiantes de Enfermería, dado que se encuentran en el área próxima a la escuela de enfermeras de Castelló.

En ese momento, el acusado tenía 39 años y presidía un club de submarinismo del Port de Sagunt con 60 socios. Fue expedientado y apartado del ejercicio de la Medicina, pero en ese momento no se supo que ya trabajaba sin titulación legal y que su acreditación como licenciado en Medicina por la Facultad de Granada era presuntamente una falsificación.

En aquél momento, llevaba casi año y medio -desde diciembre de 2009- cubriendo huecos como médico de emergencias en el SAMU de Castelló.

Lo cierto es que ni en esa etapa, ni en Dénia, ni ahora en Girona ha recibido jamás una queja por parte de los pacientes que atendía.

Tras el hallazgo de las grabaciones y de la cámara, la policía inició una lenta labor para identificar a las mujeres que aparecían en las filmaciones y para buscar en Internet esos vídeos, ante la posibilidad de que los hubiese compartido.