El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha dejado claro esta tarde quién es su principal adversario en las elecciones generales del 26 de junio: Pablo Iglesias. Al líder de Podemos ha dedicado tanto tiempo o más que al presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy.

En su primer gran mitin de precampaña en tierras valencianas, ante alrededor de 1.200 personas que han llenado el auditorio de la Casa de la Cultura de Burjassot, el candidato socialista ha proclamado que "el cambio no tiene intermediarios", que "si no gana el PSOE no habrá cambio en nuestro país".

"La diferencia entre Iglesias y yo -ha subrayado- es que yo sí que soy de izquierdas". Sus argumentos: que la izquierda siempre ha sido internacionalista y no independentista, y ha sido tolerancia y no intransigencia, gobierna y no tolera un gobierno de derechas. Porque esa es la acusación fundamental lanzada al líder de Podemos, al aspirante al sorpasso a los socialistas. Que querrá echar a Rajoy, sí, pero "siempre antepondrá que no haya gobierno socialista", ha afirmado.

Sánchez ha desgranado su programa de reformas sociales y económicas tras un periodo "de mal gobierno que ha utilizado la crisis como excusa para precarizar y desmantelar el Estado del Bienestar" y se ha reivindicado como hijo y padre de clase media, para la que aspira a gobernar, ha dicho.

El líder del PSOE ha dado el pistoletazo de salida a la precampaña valenciana arropado por la dirección provincial del PSPV, con José Luis Ábalos al frente, por el alcalde de Burjassot, Rafa García, y en ausencia del presidente de la Generalitat, Ximo Puig. La única consellera presente -y con voz- en el mitin ha sido Carmen Montón, secretaria de Igualdad del PSOE y miembro del "gobierno en la sombra" de Sánchez.