El Hospital Universitario La Fe está aligerando su cartera de pacientes en la unidad de referencia de trastornos del movimiento ante la falta de personal del área y el retraso en dotarla de un neurólogo más. De esta forma, afectados por enfermedades raras que cursan con trastornos del movimiento que venían siendo atendidos en esta unidad reconocida por el Ministerio de Sanidad están siendo derivados a otros hospitales para seguir el tratamiento ante la acumulación de citas.
Fuentes del centro hospitalario, confirmaron que se está remitiendo a los pacientes a sus «hospitales de zona» pero solo en los casos en los que las técnicas que reciben «no son específicamente de referencia» y se pueden realizar «en los hospitales más próximos a los pacientes de forma habitual». La medida -que estaría afectando a un 10 % del total de atendidos en la unidad- no está siendo bien acogida, sin embargo, por algunos de los afectados que quieren seguir sus tratamientos en La Fe.
Varias semanas de demora
Desde el hospital confirmaron que los tratamientos aplicados van a ser los mismos en un centro u otro pero el traslado de las citas está generando retrasos que sí están afectando directamente al día a día de los enfermos. De la misma forma, los pacientes que siguen vinculados a la unidad de referencia también están siendo citados con varias semanas de retraso sobre el calendario habitual.
Lo que para una persona normal podría suponer un contratiempo de poca importancia, se convierte en un gran problema cuando se habla de este tipo de enfermedades raras entre las que se encuentran distintos tipos de distonías, un trastorno del sistema nervioso central que afecta a la tonicidad de los músculos.
Por ejemplo, una de las pacientes de la unidad que ha sido derivada sufre de distonía blefarospasmo que afecta, concretamente, a los músculos de alrededor de los ojos y le provoca un cierre forzoso de los párpados con la consiguiente ceguera funcional.
Esta paciente es tratada puntualmente con pinchazos de toxina botulínica para relajar los músculos y permitirle ver. Sin embargo, el cambio de hospital le está sumando semanas al tratamiento con el consiguiente deterioro físico hasta que pueda recibir un nuevo pinchazo.
La situación no es mejor entre los enfermos que seguirán ligados a la unidad de referencia ya que la falta de un neurólogo especializado está retrasando todas las citas. Los problemas en la unidad de referencia se acumulan durante varios meses desde la jubilación de uno de los dos neurólogos que estaban adscritos.
En este tiempo la plaza ha sido cubierta por otra profesional que realiza sus labores en el servicio de Neurología de la Fe pero no cuenta con el perfil necesario para estar al 100 % adscritos a esta unidad de referencia, que fue reconocida por el Ministerio de Sanidad en enero de 2015.
Según fuentes del hospital, la dirección de La Fe «está trabajando junto con la Conselleria de Sanitat» para incorporar un profesional «con el perfil» necesario.
Sin embargo, la contratación no está siendo fácil ya que no supone cubrir una plaza creada sino sumar un nuevo profesional y, según añadieron la «normativa de contratación sanitaria es muy rígida» y hasta la fecha «no se ha podido incorporar un especialista en trastornos del movimiento con las capacidades que precisa esta unidad».
