Explicarle a los ayuntamientos, punto por punto, cuál es la hoja de ruta a seguir cuando se detecta el maltrato a una persona mayor, ya sea por parte de sus familiares o de sus cuidadores; así como indicar de qué manera prevenirlo para eliminar actitudes que, de forma continuada, sí pueden derivar en un maltrato psicológico. Ese es el objetivo que persigue el protocolo de actuación que está realizando la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas para atajar el maltrato a los mayores. Fuentes de la conselleria aseguraron que, de momento, se está redactando el borrador pero que el objetivo es «marcar negro sobre blanco cómo deben actuar los servicios sociales ante un caso de maltrato a un mayor, tanto físico como psíquico o económico. Así se unifica el protocolo a seguir para que todos sigan las mismas pautas».

El protocolo se centrará en dos fases: la primera, de urgencia, marcará el índice de los pasos a seguir ante la detección de una víctima. El segundo, que se abordará de forma progresiva y que aún está pendiente de estudio, se centrará en trabajar con los cuidadores o familiares para evitar «situaciones que sí pueden derivar en un maltrato si no se ataja a tiempo». Y para muestra, un botón. «Hay cuidadores o familiares que no se dan cuenta, pero gritan a la persona mayor. Si esa situación es constante deriva en maltrato, aunque no sea intencionado. Pero muchas veces hay que explicar cómo hay que tratar a los mayores. Esta fase, de todas maneras, se abordaría de forma posterior. Ahora prima establecer el protocolo de actuación», explicaron ayer fuentes de la Conselleria de Igualdad.

El Síndic de Greuges de la Comunitat Valenciana, José Cholbi, ha aplaudido el protocolo que está realizando la Generalitat. Y es que el Síndic abrió hace unos meses una queja de oficio relacionada con el cuidado y protección de las personas mayores en la Comunitat Valenciana. La actuación de esta institución se produjo tras tener conocimiento de algunas situaciones lamentables en las que personas mayores y con algún grado de dependencia habían sido agredidas físicamente por sus cuidadores o se habían producido abusos de confianza o engaños que había provocado el expolio económico de las personas cuidadas, aprovechándose de su debilidad física y mental, o por su soledad.