El exvicepresidente de la Generalitat Gerardo Camps y el diputado socialista José Muñoz se han mantenido en sus posiciones esta mañana tras un acto de conciliación frustrado tras las declaraciones del segundo por los presuntos gastos suntuarios del exconseller del PP en restaurantes.

Camps, que está cuestionado por su propio partido en la Comunitat Valenciana y que repite como candidato por Alicante a las generales del 26 de junio, mantiene un pulso judicial con el diputado que está más dirigido en clave interna para reforzar su posición dentro de su partido, como víctima de un ataque en tiempos electorales. Camps asegura que la información de sus gastos es falsa.

Muñoz ha señalado ante el juez que la crítica por los gastos en restaurantes que pagó la Sociedad Proyectos Temáticos cuando Camps era su responsable directo, es fruto del debate político sin ánimo de injuriar y mantiene que no era ético ese gasto desmesurado en ningún momento y menos ya en años de crisis.

El de esta mañana es el paso previo a la interposición de una querella por parte de Camps. Aunque Muñoz ha realizado declaraciones posteriores en el mismo sentido. El socialista crítico los gastos en restaurantes y días más tarde el uso de un coche de alquiler de alta gama para un acto del PP en Madrid.