La Fundación de la visita del Papa gastó 22,2 millones con contratos «ilegales»

La «transmisión de la fe en las familias» del V Encuentro Mundial celebrado en Valencia el 8 y 9 de julio de 2006 generó una factura de 22,2 millones de euros.La cita logró autofinanciarse en un 70-80%, según defienden los organizadores. Aunque la opacidad que aún rodea a las cuentas diez años después del evento, no hace más que aumentar las sospechas de que la familia fue la excusa para llenar algunos bolsillos a costa del evento eclesiástico.

El presidente de la Generalitat Ximo Puig, revelaba ayer en las Corts varios datos reveladores del despilfarro que supuso la visita de Benedicto XVI a Valencia, en respuesta a una pregunta de Fran Ferri (Compromís): un total de 3,1 millones se gastaron en los 7.000 urinarios móviles que se instalaron para el millón de peregrinos que iban a inundar la ciudad y otros 1,5 millones más se gastaron en construir el altar-escenario de 5.400 m2 coronado por una torre. También se pagaron 1,7 millones de euros en el alojamiento de los 3.000 miembros de la curia eclesiástica que concelebraron la eucaristía conclusiva del V Encuentro Mundial de las Familias.

Todas son cifras extraídas del Informe de la Intervención de la Generalitat sobre la Fundación V Encuentro Mundial de las Familias (FVEMF), realizado en enero de este año y que revela numerosas irregularidades en los contratos realizados para el evento como «irregularidades en los principios de contabilidad», «incertidumbre por contingencia fiscal (deuda con Hacienda)», «incumplimientos de los principios de legalidad de la Ley de Contratos del Sector Público en las contrataciones realizadas», así como en la Ley de Fundaciones. Y eso que los auditores sólo han podido analizar las cuentas entre 2010 y 2014 de la FVEMF. Del resto de años (desde 2005 cuando se creó hasta 2009) «no se nos ha facilitado información alguna», ni tampoco consta a los auditores «la existencia de contratos».

Para más inri, los datos sobre el coste del altar, el alojamiento de la curia eclesiástica y 703.691,76 euros gastados en publicidad se han podido conocer porque aún no habían sido abonados a los proveedores (Acciona Infraestructuras SA, Cavaltour SA, Zenith BR Media SA, FCC Construcción y Vaersa) en los años 2009 y 2011, según revela el informe de la Intervención de la Generalitat. Algunas de estas empresas llegaron a reclamar por la vía judicial estas cantidades.

La FVEMF, creada el 21 de enero de 2005 con la participación de la Generalitat (Francisco Camps), el ayuntamiento (Rita Barberá), la diputación (Fernando Giner) y el Arzobispado de Valencia (Agustín García-Gasco) sólo pudo liquidarse el 2 de octubre de 2014, a pesar de que siete de esos ocho años de existencia no tuvo ninguna actividad. Para poder desaparecer, en 2014 la Generalitat tuvo que inyectar 2 millones de euros en la Fundación y el Arzobispado 1,2 millones más, para abonar las deudas pendientes con Acciona y Vaersa.

El jefe del Consell, Ximo Puig, afeó al PP, a la vista de todos estos datos, haber convertido la visita del papa «en un acontecimiento de corrupción más. Los tiempos de vino y rosas de las fundaciones han acabado en una enorme resaca», lamentó, por lo que anunció una regulación sobre las fundaciones públicas de la Generalitat, que será «de punto final del despilfarro de los recursos públicos de los valencianos».

La Fundación de la visita del Papa ya estaba en el ojo del huracán después de que la Audiencia Nacional la considere «participante a título lucrativo», en la pieza de la trama Gürtel que investiga el amaño del contrato de la cobertura audiovisual del evento que hizo Ràdio Televisió Valenciana (RTVV) por 7,4 millones de euros, de los que 3,3 fueron «mordidas», según el juez. La Fiscalía Anticorrupción de Valencia también investiga la FVEMF por malversación y prevaricación, delitos descubiertos mientras indagaba sobre Vaersa.