La maquina de generar sobrecostes que fue la empresa pública Construcciones e Infraestructuras Educativas de la Generalitat SA (Ciegsa) ya estaba de cuerpo presente cuando el Consell del Botànic tomó posesión hace un año, pues en 2013 entró en liquidación tras asumir la Generalitat una deuda de 1.734 millones. Investigada en la trama de la Operación Taula de presunto cobro de comisiones y financiación ilegal del PP, el pleno del Consell le clavó ayer la estaca a este vampiro de fondos públicos.

El entierro definitivo de Ciegsa llega vía una modificación del Reglamento Orgánico y Funcional (ROF) de la Conselleria de Educación destinada a recuperar el músculo perdido por el Servicio de Infraestructuras Educativas desde que en diciembre de 2000 Eduardo Zaplana creó Ciegsa.

«Lo que se pretende es dotar de medios a la conselleria para la gestión directa „de la construcción de centros docentes„, máxime teniendo en cuenta que venimos de una pésima gestión de Ciegsa, con un agujero de 1.000 millones, infraestructuras a medio construir y otras que no se pueden recepcionar y una media de sobrecoste de un 36 % de cada colegio», explicó la portavoz y vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, tras el pleno.

Hasta 2012 Ciegsa había adjudicado obras por 1.548,7 millones, pero por las que se acabaron pagando 1.858,5 según el informe de la Intervención de la Generalitat sobre la gestión de esta firma pública. A este sobrecoste del 20 % „309,8 millones„, el órgano fiscalizador añade que los centros construidos por Ciegsa fueron un 36,07 % más caros que las obras adjudicadas directamente por la conselleria.

La plantilla de arquitectos, ingenieros y técnicos con que se encontró el conseller Vicent Marzà al asumir las riendas de Educación era de 14 personas, insuficiente para ejecutar el Plan de Infraestructuras Educativas presentado en enero.

Construir 124 centros docentes

El compromiso de acabar con los barracones esta legislatura incluye 482,7 millones de inversión en la construcción de 124 colegios e institutos, así como reformas parciales en otros 116 en los que la mitad de sus aulas son prefabricadas. El cambio del ROF permite a Educación multiplicar por 3,5 el plantel de su Servicio de Infraestructuras, que pasará de 14 a 49 personas.

«Con esto queda clara la reconstrucción que estamos haciendo del sistema educativo con un Servicio de Infraestructuras en A que acaba con ese servicio en B llamado Ciegsa y que nunca sirvió para beneficiar la enseñanza y desde donde se ha generado tanto despilfarro de fondos públicos en el pasado», subrayó ayer Marzà.