Arcadi España, uno de los grandes referentes del socialismo en la Ribera Alta, falleció ayer a causa de un accidente en la balsa de riego de su huerto en Carcaixent. Militante histórico del PSPV, era tan respetado dentro como fuera de su partido. Casado y con un hijo, su gestión como primer teniente de alcalde del ayuntamiento de su ciudad natal, especialmente tras la pantanada de 1982, siempre será recordada, al igual que su papel de asesor de la Generalitat. Hombre de sólidas convicciones ideológicas, jamás renunció a su activismo social. En los últimos años destacó como fundador y presidente del Club de Lectura de Carcaixent, al que se entregaba con la misma pasión que a la política.

La noticia de su fallecimiento ha causado una honda conmoción en Carcaixent. Durante la mañana de ayer, apenas unas horas antes del óbito, acudió al centro de salud de su municipio para someterse a una prueba analítica y en la noche del miércoles compartió cena con un buen puñado de amantes de la literatura en la cena de fin de curso del Club de Lectura. Era un voraz devorador de libros y un fervoroso amante de la cultura.

Decidido como pocos a democratizar las viejas estructuras del franquismo, compuso junto a su cuñado, el abogado Vicent Pla, un tándem muy influyente. La candidatura electoral de la que formaba parte arrasó en los comicios de 1979 y repitió éxito en 1983. La entrega y generosidad de la que hizo gala, ya como primer teniente de alcalde, para ayudar a los damnificados de las graves inundaciones de 1982 le granjearon mucho aprecio vecinal. Y también la forma en que supo enfrentarse a las autoridades de la época para defender a los ciudadanos. Nunca ahorraba esfuerzos y atendía a todo el mundo con indisimulado interés. Dejó abundantes pruebas de su honestidad en los ocho años en que permaneció en el ayuntamiento.

Tras su paso por la política local, también saltó a la esfera autonómica. Fue reclutado para formar parte del equipo de asesores del entonces presidente del Consell, Joan Lerma. Prestó sus servicios en diferentes ámbitos y llegó a alojarse en uno de los despachos del Palau de la Generalitat. Curiosamente, su hijo Arcadi, que ha heredado buena parte de su instinto político, se desenvuelve ahora como jefe de gabinete del actual jefe del ejecutivo valenciano, Ximo Puig, por los mismos espacios de la calle Caballeros que alojan el poder institucional por los que en su día transitó su padre.

En clave interna, fue uno de los primeros en enfrentarse al poder que acumulaban los hermanos Blasco en el PSPV. Los desencuentros fueron muy notables y en compañía de Vicent Pla ejerció de contrapeso a la fuerza emergente que representaba el socialismo alcireño. La agrupación socialista carcaixentina combatió el estilo y las formas de entender la política que imprimía Rafael Blasco y las divergencias se manifestaban en los congresos y en cada convocatoria de los órganos directivos. Con el tiempo, el germen de la división también acabó anidando en el seno del PSPV de Carcaixent. Sólo entonces, Arcadi España pasó por una época de desencanto ante el reguero de esciones y enfrentamientos que se desencadenaron en el partido y en el grupo municipal.

Pero nunca perdió su fe socialista. En los últimos años «se había convertido en el gran pilar en el que todos se apoyaban», admitía anoche una de las voces más cualificadas de la agrupación socialista. No ocupaba ningún cargo orgánico ni institucional pero mantenía su autoridad por encima de cualquier otra consideración. Era un fiel consejero y «un pozo de sabiduría inagotable» para sus compañeros. En las última elecciones municipales, aceptó ocupar el último puesto de la candidatura de manera testimonial. Los detalles del funeral se darán hoy a conocer.