El exconseller, expresidente de las Corts Valencianes y ex director general de la Policía, Juan Cotino, asegura que la decisión de que fuera el ente público C9 u otra cadena la encargada de retransmitir la visita del Papa Benedicto XVI a Valencia en julio de 2006 para el V Encuentro Mundial de las Familias (VEMF) "le correspondía al Vaticano" y que el arzobispo Agustín García-Gasco, ya fallecido, era quien tenía "la última palabra". Asimismo, participó en esa decisión el cardenal Alfonso López trujillo.

Así consta en su escrito de defensa ante el juzgado de Instrucción número cinco de la Audiencia Nacional que ha instruido la causa por los contratos de Radio Televisión Valenciana (RTVV) con una empresa pantalla de la trama Gürtel para la retransmisión de la visita del Papa a Valencia en julio de 2006 para el VEMF.

En el escrito, la defensa de Cotino pide la libre absolución de su cliente, para el que Fiscalía Anticorrupción reclama once años de cárcel al considerar que impulsó "activamente" la contratación de una empresa pantalla de la trama 'Gürtel' para esa retransmisión.

El ministerio público acusa a Cotino de cuatro delitos de malversación de caudales públicos, fraude en la Administración Pública, cohecho pasivo y prevaricación continuada, mientras que solicita que sea inhabilitado durante 10 años para el ejercicio de la función pública.

El fiscal asegura que "pese a no ostentar cargo alguno en la Fundación VMEF ni formar parte de sus competencias como conseller de Agricultura, impulsó activamente y gestionó 'de facto'" la contratación sobre la instalación de las pantallas gigantes y los servicios de video y megafonía para que los asistentes al acto siguieran el recorrido del Pontífice.

Invitado por el arzobispo

La defensa de Cotino, sin embargo, niega las acusaciones y asegura en el escrito que la asistencia de su representado a las reuniones del patronato de la Fundación lo fueron como "invitado" por el arzobispo --García-Gasco-- "al igual que otros más", y califica de "gratuitas e infundadas" las manifestaciones de las acusaciones, tanto por el contenido de las actas de esa entidad como por la prueba personal, ya que ninguno de los componentes de la Mesa de contratación aseguraron haber tenido contacto o relación con su cliente.

Asimismo, recalca que consta en el informe de la UDEF que a Juan Cotino, aunque su nombre aparece en el listado de personalidades, "no ha recibido ningún regado" de la trama y ningún testigo o acusado ha afirmado este extremo.

Sobre la contratación con RTVV, apunta que la decisión de que fuera el ente público Canal 9 u otra televisión "le correspondía al Vaticano", tal y como consta en el Informe del profesor de Derecho Canónigo de la UV, José Landete, y precisa que la decisión de que fuera la televisión pública valenciana la encargada de la señal para la difusión del VEMF y proponerlo al Vaticano "la tomaron el cardenal López Trujillo y el Arzobispo García-Gasco, que era quien tenía la última palabra".

"Es el secretario del Arzobispo el que informa con mucha antelación de la visita del Nuncio Apostólico y del responsable de los viajes del Papa Sr. Gasbarri. Esta visita se había planificado desde el Arzobispado para que estas personalidades del Vaticano dieran el visto bueno a los acuerdos con Canal 9 como indicamos anteriormente sobre los 'derechos de imagen del Santo Padre'", defiende en el escrito el letrado de Cotino.

Asimismo, añade que el Arzobispo, una vez visitadas las instalaciones de C9 con los representantes del Vaticano, el 23 de febrero se reúnen el patronato para tomar las decisiones, entre otras, sobre C9, ya que los representantes del Vaticano "habían dado su conformidad".

De igual modo, rechaza la figura de 'factum' que le atribuyen las acusaciones, y señala que fue el cardenal López Trujillo, presidente del Consejo Pontificio para las Familias, quien en una visita a Valencia el 14 de junio de 2005 sugirió a García-Gascó que "sería bueno" hacer folletos divulgativos sobre el VEMF para repartirlos y dar a conocer el evento.

Por estas circunstancias, el arzobispo llamó a voluntarios para preparar la vista del Papa y ver 'in situ' la organización de un evento. El viaje lo organizó el Arzobispado de Valencia a través de la Conferencia Episcopal Española, alega, y apunta que el grupo lo formaba el intendente general de la Policía Local, Andrés Rabadán; el concejal de Seguridad Miguel Domínguez; el arquitecto Juan Pablo Mas; José Selva, responsable de infraestructuras; Antonio Puig y el propio Cotino, para contactar con el dispositivo de seguridad.