Otro verano de «caos» y «hacinamiento de pacientes». Eso es al menos lo que prevé que ocurra la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI·F) en el Hospital Clínico Universitario de Valencia tras conocer el plan de verano que prevé el cierre de camas en julio, agosto y septiembre y la coincidencia de esta medida de «ahorro» con las obras previstas en varias áreas claves del centro como Traumatología, Maternidad o Medicina Interna.

Según denunciaron ayer fuentes del sindicato, pese al anuncio realizado por la consellera del área, Carmen Montón, en el Clínico este verano se cerrarán «más camas de hospitalización que el año pasado», en concreto y según las cifras que ayer hicieron públicas 100 en julio, 113 en agosto y otras 100 en la primera quincena de septiembre que bajan a 66 a partir del día 15 de ese mes.

«Por mucho que digan, son más que el año pasado. La programación de quirófano cierra por completo y se quedan solo las urgencias. Se va todo al aire y ya el año pasado se armó lío con derivación de pacientes y no esperamos que este verano pase otra cosa», advirtió el representante del sindicato en la junta de personal, Juan Ramón Capilla.

Según el sindicato, estos cierres afectarán a la unidad de toxicomanías, 13 camas de pediatría, 8 de escolares, y áreas como la UCI, que perderá «4 de sus 16 camas en agosto» y reanimación, con «otras cuatro del las 20 que tiene». Desde el hospital defendieron que el número de camas que permanecen abiertas se determina «acorde a las necesidades del mismo periodo en los años 2014 y 2015», aunque no especificaron si serán más o menos de las inhabilitadas el verano pasado.

Al plan de verano se une el cierre parcial de ciertas salas para acometer obras de mejora y adecuación de los espacios. Según concretaron fuentes del centro hospitalario se aprovechará la «menor presión asistencial de los meses de verano» para hacer estas obras ya que en otras fechas «resultaría imposible».

De esta forma las salas de Medicina interna, Obstetricia y Ginecología y Traumatología se cerrarán parcialmente de julio a septiembre. El servicio, según concretaron desde el hospital «se reagrupará en otras áreas, la asistencia se seguirá prestando sin interrupción, no es un cierre. Con respecto al mes de julio se reagrupan 66, agosto 109 y septiembre 64 camas», añadieron.

Desde el sindicato criticaron que estas obras actualizarán «salas obsoletas pero se está dando vueltas a un espacio que no hay». Por último, desde CSI·F reclamaron más dinero para contratación de personal que sustituya al personal de vacaciones ya que los trabajadores «están hartos de tanto recorte. Todo el personal pasa de un año a otro con deudas de días libres», aseguró Capilla.