Ocho de las 34 comarcas de la Comunitat Valenciana se encuentran en una situación de riesgo extremo de incendios debido a uno de los factores que más influyen en su propagación: la extrema sequedad de la masa forestal debido a la falta de precipitaciones.

En las comarcas donde el déficit es más acusado „la Ribera Baixa, la Vall d´Albaida, la Safor, l´Horta Nord, Valencia, el Comtat, la Ribera Alta y la Marina Alta„ se han concentrado los incendios más destructivos y más difíciles de atajar en esta temporada.

Según la Agencia Estatal de Meteorología, las ocho comarcas citadas acumulan un déficit de precipitacion superior al 50 % en lo que va de año hidrológico, que arrancó el 1.º de octubre de 2016. En todas ha llovido la mitad o menos de la mitad de lo que se considera «normal» en términos climáticos.

Más vulnerables

La extrema debilidad de las masas forestales afectadas por el estrés hídrico que se arrastra al menos desde el año hidrológico 2013-2014 es, junto al viento y otros factores como la densidad del combustible existente en el monte o la ausencia de áreas desprovistas de vegetación, una de las causas de la imparable propagación del fuego una vez iniciado el incendio y que hace imposible muchas veces el control de las llamas.

El inicio del verano el pasado 20 de junio viene precedido de una primavera climática que ha sido ligeramente más fría que la del promedio 1981-2010 y «normal» en lo pluviométrico, aunque ha llovido un 12% menos de lo habitual en el trimestre, según el balance realizado por la delegación de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en la Comunitat Valenciana.

Su delegado territorial, Jorge Tamayo, que compareció ayer acompañado del jefe de Climatología, José Ángel Núñez Mora y del nuevo responsable del Grupo de Predicción y Vigilancia, José Manuel López, aseguró que los acumulados de primavera son «insuficientes para reducir el déficit acumulado durante el invierno y la segunda mitad del otoño».

Así, recordó, «el actual año hidrológico„desde el 1º de octubre hasta el 21 de junio„ es el cuarto más seco de la serie desde 1950, por detrás del 1994-95, del 1954-55 y del 2013-14, que, con diferencia, fue el más seco de al menos los últimos 67 años, y que aún tuvo un tercio menos de precipitación que el muy seco 2015-2016».

Todos los meses del año hidrológico, salvo noviembre, debido a las lluvias acumuladas en unas pocas horas del día 2 de ese mes, ha tenido precipitaciones por debajo de la media. «En diciembre y enero apenas llovió, y en junio las precipitaciones están siendo muy escasas», añadió Tamayo.

Como consecuencia de la escasez de lluvias, el déficit medio de precipitación en el conjunto de la Comunitat Valenciana es del 40 %, con 250 litros por metro cuadrado acumulados frente a los 415 litros/m2 que serían «normales», explicó el responsable de la Aemet.

Todas las comarcas arrastran un importante déficit pluviométrico en los últimos 8 meses y medio, aunque tal como se observa en el gráfico, La Ribera Baixa y la Vall d´ Albaida, donde se han registrado los peores incendios en las últimas semanas„Carcaixent y Bolbaite, junto a otros municipios limítrofes„, supera el 57 % de déficit . Incluso en la comarca más favorecida por la lluvia, L´Alt Millars, el déficit es del 17 %..