La Universidad Católica de Valencia (UCV) ha presentado este martes una demanda por vulneración de derechos fundamentales contra la Conselleria de Educación por excluir a los alumnos de las universidades privadas de las becas del Consell.

La universidad del Arzobispado de Valencia reclama al Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Comunitat Valenciana la suspensión cautelar de las cuatro convocatorias de becas universitarias para el próximo curso en las que Educación no contempla a los estudiantes de las tres universidades privadas.

Las cuatro convocatorias denunciadas son: las ayudas a la excelencia académica, las becas de emergencia para impedir que los alumnos a los que les quedan menos de 18 créditos para acabar la carrera dejen sus estudios por falta de dinero, las destinadas a la exención de tasas o a compensar la subida del tramo autonómico de la matrícula que no cubren las becas del ministerio „ambas siempre en base a los precios públicos„ y la nueva beca salario de 600 euros mensuales, además de la matrícula, para los universitarios con menos rentas que se matriculen en primer curso.

El vicerrector General de la UCV, Ricardo García, justifica el recurso «porque se vulneran los derechos fundamentales de los alumnos que menos tienen, que no pueden elegir donde estudiar». Al tratarse de un procedimiento sumario preferente, donde se alega que están en riesgo derechos fundamentales de las personas, el TSJ debe tomar una decisión rápida sobre si se aplican o no las medidas cautelares.

Discriminación

La Católica señala que las becas impugnadas violan la Constitución, la Ley Orgánica de Universidades (LOU), resoluciones de la ONU, el tratado de la UE y los acuerdos Iglesia-Estado sobre enseñanza. «El legislador tiene la potestad de crear una beca o no hacerlo, pero si la convoca lo que no puede hacer es discriminar a parte de los alumnos», sostiene García.

Paralelamente, el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, máximo responsable de la UCV, garantizó ayer que «ningún alumno que tenga derecho a beca se quedará sin estudiar en la Universidad Católica de Valencia». Para el gran canciller el acceso a la enseñanza «es un derecho fundamental de los alumnos y, particularmente, de los más pobres, que no debe ser conculcado por ninguna ley ni ningún Estado».

«La vía del diálogo por nuestra parte siempre es inagotable y hay que asumir disensiones en otras cuestiones, pero no podemos aceptar que los afectados sean los alumnos más desfavorecidos, por lo que la UCV en todos los casos va a garantizar las becas a los alumnos que tengan derecho a ellas», añade el cardenal. Para el vicerrector el reto que les plantea el arzobispo «tiene mucho de justicia social, pues nos dice que tenemos que proteger a los que menos tienen». Para cumplir este mandato, la UCV asegura que habilitará becas de sus recursos propios para los alumnos excluidos de las ayudas del Consell.