Diez años han tenido que pasar para que «la suma 43 muertos más 47 heridos no sea igual a cero responsables». «Esta suma ya no es correcta. Ahora ya podemos decir que sí hay responsables. 43 muertos más 47 heridos ya es igual a trece responsables», aseguró ayer la presidenta de la Asociación de víctimas del metro 3 de julio (Avm3j), Rosa Garrote, durante el homenaje a los fallecidos en el décimo aniversario del siniestro.

Un acto celebrado en el jardín ubicado encima de la curva donde perdieron la vida 41 viajeros y dos trabajadores de Metrovalencia. Y justo en el momento, las 13.03 horas, en el que la vida se torció para las noventa familias afectadas por el siniestro. El duelo y el dolor siguen diez años después. Las cuarenta y tres ausencias son irremplazables. Pero las lágrimas de tristeza «por recordar a los que ya no están» se mezclan en este décimo aniversario con «tranquilidad de poder hacerlo con una reparación que ha tardado diez años pero ha llegado. Hoy estamos con el alma un poco más tranquila y menos mortificada. Es muy emocionante sentir vuestro apoyo», aseguró también la portavoz y expresidenta de la Avm3j, Beatriz Garrote, en el que «probablemente sea uno de nuestros últimos actos como asociación», aseguró.

Porque el décimo aniversario supone para la Avm3j el final de sus reivindicaciones, al coincidir con la reapertura de la comisión de investigación de las Corts y la reapertura judicial del caso. Sea cual sea el resultado de ambas, las víctimas del metro han obtenido respuestas a sus preguntas y han logrado explicaciones públicas de algunos «cero responsables» y de protagonistas de la gestión de aquel accidente como Francisco Camps, Víctor Campos, Juan Cotino o José Vicente Dómine, que habían enmudecido durante diez años sobre su gestión del accidente del metro de 2006.

«A lo largo de este año ha habido una verdadera comisión de investigación. Porque a diferencia de la de 2006, esta vez los comparecientes han acudido sin que nadie les haya escrito las respuestas», aseguró Rosa Garrote ante la los centenares de personas reunidos en el jardín del cruce de las calles de Sant Vicent Màrtir y Roïs de Corella.

La Avm3j agradeció públicamente a los cuatro partidos que han hecho posible la investigación parlamentaria: PSPV, Compromís, Ciudadanos y Podemos (representados en el acto por todos los diputados que han formado en la comisión), «que han trabajado juntos para buscar la verdad». Un detalle importante para las víctimas del metro porque «a lo largo de estos años el Partido Popular se ha empeñado en acusar a todo el mundo de utilizar el accidente del metro. Nos han acusado de estar politizados y al resto de partidos políticos de intentar sacar beneficio al defender nuestra causa, que no es otra que mejorar la seguridad del transporte público para que no vuelva a pasar». De ahí que para las víctimas del metro, el dictamen de la nueva comisión, surgido de un «trabajo en grupo de cuatro partidos, que han trabajado codo a codo demuestra que no se ha hecho un uso partidista y que simplemente se ha trabajado para saber la verdad». Y la verdad es, para la Avm3j, que «el accidente se podía haber evitado y que sucedió debido a una mala gestión en la planificación del riesgo ferroviario por parte de FGV, que no debió dejar nunca toda la responsabilidad en manos del conductor». Por eso la Avm3j también agradeció al Consell la inminente aprobación de la ley de seguridad ferroviaria. «Podemos asegurar que se están sentando las bases para evitar que otro accidente tan terrible pueda volver a pasar». Por eso las víctimas se despiden de la vida pública como asociación para «poder pasar página, descansar y recuperar nuestras vidas». No obstante, seguirán muy atentas al debate en el pleno del dictamen de la comisión de investigación y a la instrucción judicial con los nueve exdirectivos de FGV imputados, «aunque sea por si acaso». La Avm3j agradeció a todos los ciudadanos el apoyo recibido durante los últimos años mientras se despedía con un mensaje de esperanza: «No lo olvidéis nunca. Luchar por lo que se cree siempre vale la pena».