La sombra de los bous al carrer, del cardenal Cañizares, de los horarios comerciales o de la escuela concertada es alargada para el Consell. Por eso el gobierno autonómico no quiere que los macrofestivales musicales de verano se conviertan en el nuevo problema con calado económico y social que les desgaste. Así está ocurriendo tras la cancelación in extremis del Marenostrum de Alboraia tras un informe negativo de la Conselleria de Obras Públicas por la afectación a la zona pública de costa, o con las dudas sembradas en torno al Arenal Sound de Borriana. Por ello, la Agència Valenciana de Turisme que dirige Francesc Colomer va a pasar a la acción con una ofensiva en distintos frentes.

El más ambicioso será la configuración de una mesa técnica en la que todas las conselleries implicadas en la tramitación de los permisos para autorizar un festival identifiquen la normativa existente. Colomer propondrá en esa mesa una «revisión crítica de la legislación autonómica» para facilitar la celebración de grandes festivales turísticos en tierras valencianas, según adelantó ayer. En declaraciones a este periódico, el máximo responsable turístico de la Generalitat se mostró proclive a «ver cómo podemos alinear toda la legislación para armonizarla con los festivales, respetando siempre todos los intereses y variables como el derecho al descanso, la protección del medio ambiente y el respeto a zonas frágiles».

No es fruto sólo del caso del Marenostrum, con 17.500 jóvenes y numerosos proveedores que ahora pelean por recuperar su dinero. Turisme va a proteger a los festivales como producto estratégico del modelo turístico valenciano en la inminente Ley de Turismo, Ocio y Hospitalidad. Invocando ese futuro rango „con ecos en los BIC o en las fiestas de interés„, Francesc Colomer pedirá «alinear» las normativas autonómicas para que favorezcan la atracción de festivales a la Comunitat Valenciana. Eliminar escollos sin romper consensos imprescindibles, recalca, será la filosofía de estos cambios.

Además, el responsable de la Agència Valenciana de Turisme adelanta que los servicios jurídicos van a trabajar para ver si procede solicitar un cambio en la Ley de Costas del Ministerio de Medio Ambiente, en cuyo cumplimiento se justifica el informe negativo de la Conselleria de Obras Públicas al Marenostrum. «El reglamento de Costas de 2013 no ayuda al arte, la cultura y la música en determinadas zonas. No presenta una sensibilidad adecuada a la excepcionalidad valenciana y mediterránea. Con nuestros juristas, si procede trasladaremos al ministerio que ese reglamento está vetando o neutralizando posibilidades de desarrollo», explica Colomer.