En junio de 2013 el Consell aprobó la orden que obligaba a los médicos de 65 años a retirarse. La medida afectó a unos 140 profesionales. Tras ser recurrida y tumbada por el Tribunal Supremo (TS), el gobierno valenciano de Fabra contraatacó con un decreto en agosto de 2014, norma que anuló el pasado marzo el TSJ al estimar que el Consell «no está habilitado para regular un 'derecho' a la jubilación, ni a la prolongación de la actividad».