La medida estrella del nuevo programa de ayudas universitarias del Consell del Botànic, la primera beca salario de España, se podrá solicitar a partir de mañana y hasta el próximo 30 de septiembre. Esta paga mensual de hasta 600 euros (55,2 € menos que el salario mínimo interprofesional) va destinada a alumnos que el próximo curso 2016-17 se matriculen en primero de Grado y excluye a los estudiantes de las tres universidades privadas valencianas, a excepción de aquellos que se cursen titulaciones que no ofrece ninguna de las cinco universidades públicas como es el caso de Veterinaria.

La Conselleria de Educación prevé que esta nueva beca salario beneficie a un millar de alumnos de nuevo ingreso. La dotación económica es de cinco millones de euros, cuatro de los cuales corresponden a la anualidad de este año y el millón restante a 2017. El dinero lo ingresarán las universidades colaboradoras, que serán las que abonen la paga de 600 euros a los alumnos beneficiarios.

La ayuda va unida a la beca ligada a la renta económica que concede el Ministerio de Educación y la dotación máxima que podrá recibir cada alumno es de 6.000 euros anuales repartidos en 10 mensualidades.

El principal requisito para acceder a estas becas salarios es económico, pues como en el resto de las ayudas al estudio del consell (salvo las de excelencia académica) únicamente se exige el aprobado y no un 5,5 como el ministerio. El umbral de renta (IRPF de 2015) no debe superar los 18.081 euros anuales para una familia de cuatro miembros, 13.787 si son tres miembros, 9.461 en caso de dos y 4.902 si se trata de una única persona.

También se tendrá en cuenta el patrimonio del solicitante, así el valor catastral de las fincas urbanas de la unidad familiar (excluida la vivienda habitual, no podrá superar los 42.900 euros. En el caso de fincas rústicas, el tope máximo es de 13.130 euros por cada miembro computable de la unidad familiar.

Si el candidato cumple los requisitos económicos para tener derecho a la beca, al concederse las ayudas en régimen de competencia si que se tendrá en cuenta la nota media en el caso de que el número de propuestas superen el importe máximo global de cinco millones de euros por curso. Si esto se produce se adjudicarán las ayudas de mayor a menor nota hasta que se agote la partida económica.

Otra novedad es la inclusión de la perspectiva de género en las becas para paliar la feminización o masculinización de los grados. Así, en el caso de empate obtendrá la ayuda el del sexo menos representado en el grado en cuestión. Es decir que en carreras donde hay mayoría de hombres, como en ingeniería Informática o Telecomunicaciones, será la mujer la que obtenga la beca, mientras en Educación Infantil o Enfermería, donde la mayoría del alumnado es femenino, será el hombre el beneficiado en caso de empate.

Además, para optar a la beca hay que matricularse en el curso completo (60 créditos). Para mantenerla en los cursos siguientes, a parte de cumplir los requisitos económicos, hay que aprobar el 100 de créditos en todas las ramas de conocimiento salvo en la de Ingeniería y Arquitectura, donde el mínimo es el 85 %. En caso de no suspender algunas asignaturas, es posible mantener la ayuda si se aprueban el 90 % de créditos en Artes y Humanidades, Ciencias Sociales y Jurídicas, con una nota media de 6,5 puntos. En Ciencias y Ciencias de la Salud basta con aprobar el 80 %, con una media de 6 y 6,5 respectivamente.

En Ingeniería y Arquitectura, el mínimo a aprobar es el 65 % de créditos pero con una media de 6 puntos. Sólo los estudiantes de esta última rama, si repiten curso, pueden mantener la beca hasta dos años más de lo contemplado en el plan de estudios. El resto debe cursar el grado en los años que se establecen en el plan de estudios, por lo general cuatro cursos salvo Medicina, Odontología, Farmacia y Veterinaria.

El conseller de Educación, Vicent Marzà, afirma sentirse «especialmente orgulloso» de esta nueva beca salario «porque sirve para aquella gente que hasta ahora no estudiaba una carrera porque no tenía suficiente con una beca para cubrir las tasas». «Es un cambio de prioridades del gobierno del Botànic. Se ha acabado que alguien deje de estudiar por razones económicas en la universidad», añade.

El rector de la Universitat de València y presidente de turno de la Conferencia de Rectores de les Universidades Públicas Valencianas (Crupv), Esteban Morcillo, argumenta que «con la beca para tasas universitarias no era suficiente para muchos alumnos y se estaba produciendo un efecto de exclusión del sistema universitario público valenciano. Por tanto, bienvenidas sean las becas salario y dar la enhorabuena de la iniciativa a la conselleria porque son becas muy necesarias para que ningún estudiante se quede fuera de la universidad por razones económicas».