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Entrevista

Manuel Alcaraz: "La actuación con los casos borrosos surgidos refuerza el mensaje de que no todo vale"

Asegura sentirse arropado y que no ha habido «ni un minuto de tensión» con Montón y Climent

Manuel Alcaraz: "La actuación con los casos borrosos surgidos refuerza el mensaje de que no todo vale"

«No es dimisión, es destitución». El conseller advierte al periodista de la decisión tomada minutos antes, en el pleno del Consell del pasado viernes, sobre la directora general de Internacionalización de la Conselleria de Economía, Mónica Cucarella. Ha sido la segunda salida de una alto cargo esta semana por comportamientos poco ejemplares, como mínimo. «Borrosos» es el calificativo que él emplea. En ambos casos, las decisiones se han producido tras sendos informes del departamento que encabeza este veterano de la política „criado en EU y militante de Compromís, rama Iniciativa, desde 2012„, profesor de Derecho Constitucional alicantino y ahora vecino accidental del barrio del Carmen de Valencia. La ciudad la conoce bien desde su época de universitario. ¡Vaya semanita, la de Alcaraz!

Vaya semanita, sí [ríe].

¿La peor o la más intensa?

Especialmente intensa y difícil, pero recuerdo otras peores, como las primeras, cuando había que poner en marcha la conselleria. En esta me he sentido muy acompañado, mi equipo ha funcionado muy bien, ha habido unanimidad en lo que hemos ido haciendo y, cuando ha tenido repercusión fuera, me he sentido arropado por el presidente y la vicepresidenta. He tenido alguna conversación en la que no era portador de buenas noticias y he encontrado la comprensión de Carmen Montón y Rafa Climent en todo momento. No ha habido ni un minuto de tensión en las conversaciones con ellos.

¿La dimisión de Dolores Salas (secretaria autonómica de Sanidad) y la destitución de Cucarella le refuerzan a usted y su departamento?

Todo el procedimiento refuerza al Consell, porque uno de los mensajes del Botànic hacia la ciudadanía era la integridad y que no todo vale. Eso se ha visto reforzado, aunque son casos que no tienen nada que ver con la corrupción. Estimamos que algunos comportamientos no encajaban con los estándares de integridad y ejemplaridad que impregnan el código de buen gobierno, ese que algunos dijeron que no valía para nada.

¿Hubieran sido mejor dos destituciones, en pos de esa ejemplaridad?

No. Lo importante no es fijarse en las personas. Ha habido un desarrollo complicado, pero es la primera vez que un gobierno de España utiliza recursos internos para dilucidar unos casos, aunque no hablemos de nadie que se haya llevado dinero a espuertas o haya despreciado a los muertos de un accidente. Es lo que nos diferencia enormemente del PP.

No ha habido casos de corrupción, dice, pero el nepotismo está muy cerca. ¿O no?

El nepotismo está muy cerca de la corrupción, es verdad. Probablemente lo que hay es un conjunto de comportamientos viciados que no se supieron corregir a tiempo, más que una actitud premeditada. Sanidad va a reformar Fisabio para que estas cosas no vuelvan a pasar y eso es lo más importante, ese mensaje. Cada conseller va a revisar si hay alguna situación hipotéticamente parecida. No nos consta. Ojalá el mensaje lo tomen también ayuntamientos, diputaciones y la administración del Estado.

El mensaje es que no se tolera la más mínima.

Sí. Nosotros, como procedimiento, vamos a estar enfrentados a cualquier sombra de duda.

Son dos personas de cuota Compromís, aunque de orígenes distintos. ¿Le duele especialmente?

Me es indiferente. No me gusta como militante de Compromís, pero en cuanto a mi actuación me es indiferente. He sido absolutamente imparcial y neutral. No he mirado esas cosas ni que un caso afectaba a una conselleria con un líder de Compromís [Climent] y otro a una con una dirigente del PSOE [Montón].

Dos caídas por situaciones irregulares en un año y dos de Compromís. ¿Debe la coalición hacer una reflexión?

Creo que la conclusión es que vamos muy bien, porque han aparecido dos situaciones borrosas y hemos tenido la capacidad de darles solución en un tiempo razonable. Lo que nos hace diferentes no es que no pueda aparecer alguna situación así, sino que somos capaces de responder con rapidez y responsabilidad política, que era lo que no pasaba. Esa frase de 'lo que digan los tribunales' no la hemos utilizado ni una sola vez. Eso nos hace distintos.

¿Pesa la labor de ser el juez del Consell?

Yo no soy el juez. He tenido que velar porque los principios jurídicos se cumplieran. Lo que he hecho ha sido coordinar un equipo. En el primer caso, ha sido la Inspección la que ha actuado aplicando los mismos criterios que usa todo el año en muchos casos. Ha funcionado con absoluta libertad. Mi única directriz fue dar libertad y garantía de imparcialidad. Y asegurar, algo en lo que he tenido que ser muy tajante, que el informe completo no se daba ni se hacía público.

¿Eso no es antitransparencia?

No nos podemos cargar la transparencia en su nombre. Si la transparencia no está sujeta a Derecho corremos el riesgo de que se convierta en instrumento para vendetas. El protocolo que regula esto manda reserva. Además, en el texto se recogen declaraciones de funcionarios y otras personas que tienen que estar protegidas por el derecho fundamental a la intimidad, que es prevalente. Y son declaraciones voluntarias. Si en el futuro, las personas creen que sus opiniones pueden ser conocidas o manipuladas nos encontraremos con muros de silencio y acabaremos con la transparencia.

En el caso de Cucarella sí que han difundido el informe.

Porque actúa un órgano político, la dirección de Transparencia, ya que las dos cosas que se evalúan, si ha publicado su título y una incompatibilidad, lo son en cuanto es responsable de la custodia de unos registros. Buscamos el refuerzo jurídico de otras personas de la conselleria y la directora general de la Abogacía, porque no había precedente. Era más complicado desde ese punto de vista.

Dice que no se siente juez, pero los dos informes han sido determinantes para las reacciones posteriores. ¿Hubieran salido las dos implicadas sin ellos?

No sé qué hubiera pasado con el tiempo. Insisto en que la desconfianza de la ciudadanía ante la administración y los poderes públicos no decaerá hasta que no restablezcamos la idea de la responsabilidad política. El problema es que durante años, con el PP, cuando existía un conflicto se remitía a la responsabilidad penal. Eso es un desastre, porque la responsabilidad política es consustancial al sistema democrático. Hay que recuperarla. Pero no significa que esto se convierta en un terreno de arbitrariedad a cargo del político de turno.

¿Eso es como decir que en un gobierno poscorrupto es tan importante la estética y la ética como la legalidad?

Cuando aludimos a la estética es porque nos han fracasado los sistemas que deberían estar. Pero sí, aunque insisto en que no son casos similares a otros de corrupción. No se puede establecer una escisión radical entre lo jurídico y lo moral. Tienen que reforzarse. No es lo mismo la sensibilidad moral de una sociedad de pleno empleo que otra con índices altísimos de paro. El derecho ha de ser receptivo a los cambios de sensibilidad ética y la ética no puede edificarse al margen del derecho.

Los informes de Cucarella y Salas coinciden justo después del seminario de Torrevieja. Dirá que pura casualidad?

Casualidad, sí. El de Salas estaba prácticamente acabado en la prerredacción y la orden era que, en cuanto estuviera, salía. Yo fui a Torrevieja sabiendo lo que decía el informe prácticamente, no comenté nada a nadie y estuve en contacto con el subsecretario, que me aseguró que el lunes salía y dijimos que adelante, aunque podía tapar la información del seminario. La redacción final del segundo informe se acabó el miércoles por la mañana y al mediodía se difundió.

¿Ya vuela solo después de estos informes? Porque ha tenido que oír que su conselleria estaba bajo la égida de Iniciativa y Mónica Oltra.

Siempre he volado solo. Soy amigo de Mónica desde hace veinte años, cuando empezó a trabajar en política, siempre lo he dicho. La he respetado mucho, tengo muy buena relación y ella me invitó a estar en el Consell. Hablo con ella a menudo y, como ella ha dicho, no siempre coincidimos, soy con quien más discute. Siempre me he sentido respaldado por Mónica en este y en cualquier otro tema y no ha habido ningún problema. Iniciativa no ha intervenido para nada ni el Bloc me ha dicho absolutamente nada.

¿No ha sentido presiones?

¿Yo? Ninguna presión de nadie. Tampoco me hubiera afectado. Si uno es susceptible de recibir presiones, que se vaya? Si no, no tiene sentido. Tampoco me siento especialmente orgulloso de haber hecho esto, sí de pertenecer a un gobierno que posibilita que una situación así se resuelva con una nueva normalidad. Hubiera preferido no hacerlo.

Y hubiéramos preferido que no existiera una Conselleria de Transparencia, porque debería presuponerse a todo gobierno, ¿no?

Claro. A los del PP les digo cuando me critican que les tengo que agradecer ser conseller.

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