La madeja se va desenredando tras días de apagón informativo. La empresa organizadora del macrofestival de música electrónica Marenostrum anunció ayer que no devolverá en ningún caso el dinero de las entradas ya compradas. Se vendieron 17.500 antes de la anulación del certamen en Alboraia hace dos semanas. Pero sólo permitirá, como medida compensatoria, cambiar la titularidad de las entradas para asistir al nuevo emplazamiento del festival, que se celebra en la Marina Real de Valencia este jueves, viernes y sábado. Es decir, si una persona compró entrada para el festival de Alboraia a su nombre y ahora no puede o no desea ir al festival, podrá dar o vender su entrada a otra persona y reasignar el nombre del titular de la entrada. Hasta ahora, este procedimiento acarreaba un coste adicional. Ahora será gratuito.

Sorprende la solución dada al dinero pagado por numerosos asistentes para alojarse en la zona de acampada prevista en Alboraia. En el nuevo emplazamiento no habrá camping. La organización adelantó ayer que «en su intención de atender a las demandas de nuestros nostrumers, ha compensado a las personas afectadas con consumiciones por un importe mayor al que habían adquirido». Alojamiento por bebida.

En opinión de la empresa, «la mejor solución para todos y cumpliendo la ley» era organizar el festival antes de 30 días desde la fecha de suspensión, acaecida después de que el Ayuntamiento de Alboraia denegara la autorización de la fiesta por un informe negativo de la Conselleria de Obras Públicas.

La organización recordó, además, que la política de devolución del importe que aceptaron todos los asistentes incluía, en el segundo punto, que podía cambiarse la fecha y la ubicación del festival antes de 30 días «si por causas de fuerza mayor u otras debidamente justificadas no se pudiera realizar el espectáculo». La empresa dio ayer las «gracias» al Gobierno de la Generalitat y explícitamente a la vicepresidenta Mónica Oltra, así como a la Concejalía del Espacio Público de Valencia, a Turismo Valencia y a la Federación de Ocio y Turismo por desbloquear la situación.

«Les han hecho el juego»

La solución no satisface a la Unión de Consumidores de la Comunitat Valenciana, que desde el inicio ha luchado por los derechos de los usuarios. Su secretario, Vicente Inglada, expresó ayer su «indignación» con la resolución del conflicto y cargó las tintas contra la Generalitat y la vicepresidenta, Mónica Oltra, mediadora en este caso.

A su juicio, el Consell «le ha hecho el juego a la empresa organizadora» y se ha despreocupado de los derechos de los asistentes que habían pagado la entrada del festival. Además, destaca las dudas sobre dos puntos: «se incentiva la reventa, que es ilegal», y se favorece «el consumo irresponsable de alcohol» debido al canje del dinero de la acampada por consumiciones. «Alguien ha jugado con el dinero de los jóvenes y la Administración no ha pactado una salida a esta cuestión», añade.