Nadie se lo esperaba. La sorpresa sentó ayer igual de mal a los afectados directos como a los indirectos. En el primer caso, a los diputados de Convergència Democràtica de Catalunya. En el segundo, a los parlamentarios de Compromís. El hecho de que la Mesa del Congreso haya decidido dejar sin grupo propio a los catalanes trastoca, y bastante, los planes de la coalición valenciana, quienes tras quedarse también sin agrupación con el resto de diputados de Podemos y EUPV habían optado por ir al grupo mixto para ganar en visibilidad y protagonismo en la reivindicación de los problemas valencianos.

El principal daño colateral de la decisión de la Mesa es la inferioridad numérica en la que se queda la formación naranja dentro del grupo mixto, donde esperaban ser los mayoritarios. Ser los segundos en el seno de esa amalgama de 19 diputados obliga a, entre otras cosas, hacer un reparto diferente de las asignaciones presupuestarias que cada partido recibirá (Convergència pierde cerca de tres millones de euros por pasar de propio al mixto), y derivado de esto mismo, variará también el número de personas contratadas como asesores.

Comisiones en peligro

Otro de los aspectos que preocupa dentro de la coalición valenciana es la visibilidad. En la pasada efímera legislatura, Compromís estaba en la mayoría de comisiones parlamentarias, porque dentro del grupo mixto eran la primera fuerza y, por lo tanto, los primeros en elegir. Ahora esto podría cambiar y juntas tan relevantes como la de Infraestructuras, donde se debaten aspectos como las inversiones y el Corredor Mediterráneo, podrían quedar fuera del alcance de los diputados valencianos, que han centrado su campaña precisamente en la reivindicación de este eje ferroviario.

Respecto a la portavocía, si se sigue el patrón de la anterior legislatura, sería rotatoria. Es decir, un mes cada diputado, en una rueda en la que cada 19 meses un parlamentario sería la voz del grupo al completo (en el que estaría Convergència, Compromís, Bildu, Unión del Pueblo Navarro, Foro Asturias, Coalición Canaria y Nueva Canarias). A priori, debería continuar siendo así y los catalanes tendrán que amoldarse a este sistema de trabajo (tampoco tienen mayoría suficiente dentro del propio grupo como para imponer su criterio).

A pesar de todo ello, los de Compromís prefieren quedarse en el mixto que ir con la agrupación confederal de Podemos, donde, sostienen, su visibilidad sería aún menor. Los de Joan Baldoví ya han confirmado que recurrirán al Tribunal Constitucional, como los diputados de En Marea.

«Tal como hemos demostrado en el recurso presentado ante el Congreso, reunimos todos los requisitos. Contamos con nueve diputados y estamos por encima del 25% de voto en las tres circunscripciones. Es falso que vulneramos el artículo 23.2 del Reglamento de la Mesa, ya que ninguna diputada y diputado de A la Valenciana se ha presentado por un partido, sino por una coalición con personalidad jurídica propia constituida para presentarse en las elecciones del 26 de junio, tal como validó la Junta electoral Central», señaló ayer el cabeza de lista por Valencia.