«Si hay menores en el recinto, no empezamos los toros. Y no es sólo hoy por lo que ha pasado. Lo hacemos siempre», afirmó ayer el responsable del dispositivo de seguridad de los bous al carrer de Calp, Valentín Torrado. Los voluntarios taurinos, identificados por una camiseta azul, peinaron el corro antes de que se lanzara el chupinazo. «No paramos de echar a menores», dijo David Heras, presidente de la comisión de bous. «Los colaboradores vigilan que no se cuelen chavales ni borrachos. Durante todo el espectáculo recorren arriba y abajo el recinto. Tienen el apoyo de Protección Civil y también está la policía local por si la necesitan», añadió Torrado.

David Heras aseguró que en todas las sesiones despliegan entre 15 y 20 colaboradores taurinos. «No se nos puede reprochar nada. Ya ves el trabajo que hacemos. Al chaval de la cogida, lo tiramos dos veces. Y no fue para tanto. Ahora está tranquilamente en su casa», sostuvo.

Ambos responsables de los bous de Calp sí reconocieron que identificar a los menores es, a veces, complicado. El chaval corneado en la axila, que tiene 15 años (la edad mínima es de 16), aparenta, afirmaron, más edad. «En cambio, ayer tiramos a otro joven. Y se fue a por la documentación y resulta que tenía 18 años», indicó Torrado.

«El problema es que aquí, sobre todo en las entradas y sueltas de toros y vaquillas de la noche, se junta mucha gente. Hay entre 5.000 y 6.000 personas», apuntó un vecino que es fijo en todas las sesiones de bous de Calp.

El presidente de la comisión de bous auguró que, tras abrir la Generalitat expediente a los organizadores por la cornada que recibió el chaval de 15 años, al ayuntamiento le caerá una sanción. «Pero el consistorio irá contra los padres, que son los auténticos responsables. Y les tocará pagar a ellos», advirtió.

En el recinto, hay una gran pancarta que avisa de que está prohibido que entren los menores de 16 años. Al tiempo, por megafonía se recuerda en alemán, francés, inglés, castellano y valenciano que los «niños» deben estar arriba en los palcos. Los bous al carrer entrañan, eso es evidente, su riesgo. El domingo otras dos personas acabaron en el hospital, aunque con heridas leves.