El secretario autonómico de Educación, Miguel Soler, hizo ayer de portavoz del Consell tras conocerse el auto del TSJ para asegurar que la Generalitat «respetaba» la decisión del tribunal pero se «reafirmaban» en la decisión de crear dos circuitos de prácticas diferenciados ya que había que «racionalizar las plazas» y «gestionar el caos» reinante. Soler apuntó incluso que no se podía «primar» a alumnos con medios económicos pero sin la nota de corte necesaria para acceder a la oferta pública frente a los que sí la habían obtenido. Por su parte, fuentes de la Universidad Católica calificaron de «tranquilizadora» la resolución judicial que «ayuda a garantizar la normalidad» al tiempo que planteaban nuevas negociaciones para alcanzar «un nuevo modelo».