«Somos un sector que no es extraño para nadie. En una Europa de 300 millones de habitantes, hay unos 40 con discapacidad». El presidente de la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (Cocemfe) de la Comunitat Valenciana, Javier Segura, tiene claro que «más tarde o más temprano, todos somos discapacitados». Por eso asegura que desde las federaciones trabajan para «adaptar» una sociedad cada vez más envejecida. Habla del «sueldo emocional» que recibe en proyectos para facilitar la vida de los más pequeños y no se olvida del deporte: «nos encanta porque nos sirve para mantener nuestro físico, no llegar a la dependencia y ser cada vez más autónomos», recalca.
¿Qué balance hace del primer año del nuevo Gobierno valenciano?
El cambio de Gobierno valenciano generó cierta incertidumbre, pero desde el primer momento nos han escuchado y recibido. Nos hemos reunido con cada conseller, como hicimos anteriormente, pero con un resultado más participativo. Veníamos de una época dura. Nos habían recortado derechos y era lo primero a retomar. El sector de la discapacidad es el que más ha sufrido y sufre siempre, entre otros. Lo sufrimos por ser personas y por la discapacidad, y aumenta en el caso de las mujeres, personas mayores sin trabajo... Que nos hayan escuchado nos abre una ventana hacia un camino con algo más de luz.
También se cumple un año desde que usted encabeza la directiva de Cocemfe. ¿Qué destaca de estos meses?
Me quedo con la alta participación que tuvimos en nuestro congreso, tanto por parte de nuestro sector como de los políticos. Desde las federaciones se está dando un giro, nos piden participación. Participar en la sociedad es esencial para exponer nuestros problemas y poder resolverlos; sabiendo cual es nuestro problema ya tenemos el 50 % del camino recorrido para solucionarlo y la inclusión sería mucho más fácil.
Entonces, trabajan a dos bandas: piden más participación e inclusión en la sociedad, pero también de forma interna, ¿no?
Efectivamente, tenemos una asignatura pendiente. Las personas con discapacidad deben empoderarse y saber que tienen una gran fuerza. Si ellos no se lo creen, difícilmente podemos salir del atolladero en el que estamos. Es uno mismo el que también tiene que fomentar su inclusión.
¿Con cuántas barreras se encuentra una persona con discapacidad física?
El primer factor que nos hace no estar integrados muchas veces somos nosotros mismos. No pensamos que podemos afrontar nuestros problemas y hacérselos ver a la administración y a la sociedad. Pero además, alguien que diseña una ciudad no puede poner cortapisas que impidan disfrutar de parques, avenidas o edificios destinados al trabajo o al ocio... Somos personas, tenemos derecho. No es lo mismo que todo el mundo pueda llegar a mi que yo también pueda llegar a los demás, es el concepto más amplio de la accesibilidad, sin ningún tipo de trabas. La sociedad es inconsciente en muchos casos, y en otros se mira más la estética que la funcionalidad.
Por ejemplo, Cocemfe ha inaugurado el primer parque adaptado en Valencia, y también se ha preocupado por el diseño de los juguetes o los taxis.
Son claros ejemplos de lo que hacemos. Tener un parque inclusivo supone que las personas mayores puedan disfrutar de asientos accesibles y bancos adecuados, o que un niño en una silla de ruedas pueda jugar con el resto sin preguntarse «¿por qué yo no puedo hacerlo?». También adaptamos ratones de ordenador para que puedan acceder a las nuevas tecnologías. Además, intentamos que las personas con discapacidad no sean rechazadas por los empresarios, porque estamos tan preparados y somos igual de eficaces que el resto. Evitamos el absentismo, tenemos menos bajas laborales... Las empresas se encuentran con personas que dan lo mejor en el trabajo, porque nos cuesta mucho encontrar, y suelen estar muy contentas.
En 2015, el 34 % de los delitos de odio en la C. Valenciana los sufrieron personas con discapacidad, 43 en total. ¿Cómo se pueden combatir?
Se combaten a través de la formación. Lamentablemente tenemos muchas personas con discapacidad con baja formación. Cocemfe trabaja junto al Colegio Oficial de Abogados de Valencia para formar a nuestros técnicos en mediación inclusiva. También incidimos en la igualdad. La mujer debe empoderarse, sobre todo en el ámbito rural. Con este empoderamiento la persona agresora desaparecerá.
También se preocupan mucho por la inserción laboral...
Estamos fomentando las cláusulas sociales en la administración, para la inclusión y el fomento de la prestación de servicio a través de centros especiales de empleos. También trabajamos con las empresas, dentro de la responsabilidad social corporativa, pero no se trata solo de cumplir con el 2 %, hay empresas que llegan al 6 %. Profesionalmente estamos en el ámbito donde se nos permite actuar y ahora lo que nos toca es trabajar más para que las grandes empresas cumplan con la normativa. Las bolsas de trabajo de la Universitat de València, con más de 1.800 alumnos, o la residencia que tenemos en Petrer -con el 55 % de trabajadores con discapacidad que atienden a grandes dependientes-, hacen prever un futuro muy alagüeño en el que podemos llegar a puestos de importancia en las empresas. Ya estamos, pero no se nos ve.
¿Qué pequeños cambios les facilitarían mucho el día a día?
En Cocemfe nos preocupa mucho el sistema sanitario. Por ejemplo, las mujeres que van en silla de ruedas no tienen consultas adaptadas. Les resulta casi inviable ir al ginecólogo, lo que es inverosímil para una persona sin discapacidad. En el resto del sistema sanitario nos ocurre lo mismo. Nos encontramos con hospitales en los que las carencias son preocupantes, sin camillas adaptadas, por ejemplo. En educación, los niños deben acceder a todas las plantas del centro, no quedarse en un sitio «especial», porque se pierde, por ejemplo, experiencias en el laboratorio. También trabajamos con la oficina de Turismo en adaptar rutas turísticas que hagan posible que la Comunitat Valenciana pueda recibir a personas discapacitadas y sus familiares y amigos. Las familias se ven supeditadas a irse de vacaciones a un lugar adaptado para nosotros, con lo cual somos un público potencial al que le gusta visitar y gastar.
