El Mediterráneo es un mar cerrado, con una presión urbanística y una densidad de población que lo han convertido en un cementerio de residuos. El 70% de la basura se queda en el fondo marino, el 15% en la playa y el otro 15% permanece flotando en superficie. De los 7 millones de envases que se consumen en la Comunitat Valenciana, 5 acaban en vertederos o en el mar. En las costas son visibles, pero en el fondo del mar parecen inexistentes. Pero ahí están. Para siempre ya que el plástico no desaparece jamás. En la oscuridad del mar el plástico se fracciona hasta que lo ingieren los animales que allí viven, convirtiendo el Mediterráneo en un vertedero.

Para denunciar esta situación y concienciar a la población del uso y abuso del consumo de envases y la suciedad de los fondos marinos ha llegado a Valencia el velero de Ecologistas en Acción "Diosa Maat" que llevará a cabo la campaña "Azul oscuro, casi plástico " desde hoy y hasta el domingo, con diversas actividades como charlas, talleres medioambientales, visitas guiadas y una jornada de limpieza en la playa de Las Arenas, que se celebrará el domingo y precisa de voluntarios (el punto de encuentro es el domingo, a las 10 horas en Bibiomar de Las Arenas).

"La nuestra es una acción simbólica para que la población no delegue en las Administraciones la gestión de los residuos porque los gobiernos no la realizan de forma adecuada. Los fondos marinos así lo reflejan. Se trata de que el consumidor entienda el uso y abuso de los envases, rechace los plásticos y reutilice" ha explicado en la Marina Real Juan Carlos I la responsable de la campaña, Sara Acuña.

Desde la organización han asegurado que la suya es una protesta silenciada porque "no paseamos por los fondos marinos". Pero si lo hiciéramos "encontraríamos de todo", ha asegurado el responsable de los buzos que ayudarán el domingo a limpiar parte del fondo marino del Mediterráneo, Ángel Gallart. Desde ruedas de camión hasta motocicletas.