La cifra no es baladí: 420 heridos menos. Sin embargo, cuando se trata de los festejos de bous al carrer cualquier herido o incidencia es relevante por lo que ni el director general del servicio de Emergencias, José María Ángel, ni los representantes de la Federación de peñas, Vicent Nogueroles y Daniel Machancoses, sacaron pecho ayer ante unos datos que pasan de los 577 heridos (y 7 fallecidos) registrados en 2015 frente a los 157 heridos (y un fallecido) registrados este año.

El porqué de esta reducción en las incidencias está pendiente de análisis, según aseguró ayer José Maria Ángel, para ver «dónde se han producido o no los heridos y si ha habido algún cambio en la seguridad al respecto». Sin embargo, desde que en 2009 Paterna dijera «no» a los toros, otras poblaciones han hecho lo propio „o han prohibido actividades taurinas como el «bou embolat»„ lo que ha reducido los festejos en 149 hasta dejar la cifra en 6.000.

En la presentación del balance de los festejos de este año, José María Ángel enumeró las reflexiones que están encima de la mesa para modificar el reglamento que regula la fiesta y mejorar la seguridad de la misma. Desde reforzar la figura del director de los festejos, aumentar los mecanismos de custodia del animal, modificar las barreras y la megafonía o aumentar de forma considerable el número de voluntarios (actualmente se cifra en 10 el número mínimo) hasta la prohibición del uso de móviles o cámaras de fotografía. Ángel comparó esta normativa y sus modificaciones con la Dirección General de Tráfico. «Cuando yo me saqué el carné de conducir había pocas normas y muchos accidentes. Pues esto es lo mismo. Se trata de vivir y disfrutar la fiesta entendiendo, eso sí, que es una actividad de riesgo», explicó.

Tres puntos clave

Sin embargo hay tres puntos clave en los que centrar la atención el próximo mes de septiembre, momento en el que el Consell se reunirá con la Comisión Consultiva de Bous al carrer para abordar tres de las cuestiones más complicadas y polémicas: la ingesta de alcohol, los menores en la fiesta y el acceso a los mayores que vean mermadas sus capacidades físicas.

«Tenemos muchos aspectos que mejorar porque la fiesta ha triplicado el número de asistentes, es una actividad de riesgo y todo el esfuerzo que hagamos por mejorar la seguridad será poco», aseguró Ángel. Nogueroles, por su parte, puntualizó que la mayoría de incidentes «se registran con el público y no con miembros de las peñas o aficionados taurinos».

Ahora bien ¿cuál sería la edad máxima? ¿65 años? ¿70? «Es muy complejo porque no se trata de una edad determinada sino de que uno esté en condiciones de ponerse delante del toro», aseguró Nogueroles. Lo mismo pasa con el control de aquellos que han ingerido alcohol o son menores. «Hemos sacado a menores o a borrachos varias veces del recorrido y han vuelto a entrar. Pero si no cometes un delito, ni nosotros ni la policía puede retenerte o detenerte así que la cosa se complica», añadió.

La Policía de la Generalitat, por su parte, ha realizado 474 actuaciones que han derivado en doce expedientes informativos centrados principalmente en heridas y en la entrada de menores.