La contaminación, tanto por pérdidas en las redes residuales como por el deterioro de los acuíferos, junto con la acción del cambio climático, explican la actual proliferación de microalgas en las costas españolas, según explicó el científico del CSIC en el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEA), Gozton Basterretxea.

El científico destaca que la acción humana casi siempre está detrás de estos fenómenos, pero sus consecuencias varían, por ejemplo, en función a los tipos de masas de agua y las condiciones físicas de la costa. De este modo, cree que no es lo mismo que un alga se desarrolle en el Mediterráneo que en el Atlántico.

Así, señala que en la región mediterránea es más «normal» comprobar la existencia de la superpoblación de microalgas, pues tienden a concentrarse en grandes formaciones que se distribuyen a lo largo de la costa, donde hay más nutrientes.

«En el Mediterráneo, es muy común ver largas franjas verdes en la costa que cambian a tonos más azules conforme te mueves mar adentro, en el Atlántico, esa proliferación ya existe y los problemas van más allá», indicó. De hecho, comentó que «algunas toxinas de las microalgas atlánticas, aunque están bien controladas, pueden suponer problemas diarreicos, paralíticos y en algunos casos, mortales».

Estas altas concentraciones de microalgas pueden producir «desequilibrios» en el ecosistema de zonas muy localizadas.