«Es cierto que las cosas se podrían haber hecho de otra manera, pero se ha dado un cúmulo de coincidencias que ha jugado en mi contra», reflexionó ayer el alcalde de Tavernes en declaraciones a Levante-EMV. El diputado indicó que no tiene ningún inconveniente en pedir disculpas cuando se equivoca, pero en este caso defendió su gestión «escrupulosa» al frente del ayuntamiento donde, insistió, se está siendo estricto con los gastos. Jordi Juan indicó que las circunstancias no le han acompañado porque todos los trámites relacionados con el viaje a Burgos se produjeron en verano cuando el se encontraba de vacaciones en Japón, con la firma delegada. y con una secretario sustituto. Todo ello hizo, incidió, que hubiera errores en los trámites. Juan, que también dio explicaciones en su cuenta de Facebook, mantuvo que la factura con los gastos del hotel nunca se llegaron a pagar a cargo del erario público. Admitió que fueron pasadas al ayuntamiento, pero que fue rechazada desde alcaldía (así consta en la factura que el mismo aireó en Facebook) por orden suya. Había errores en los datos en las fechas de entrada y salida y, según Juan, no se diferenciaban los gastos imputados a los familiares.

Juan mantuvo que al tramitar las reservas desconocían que el coste de las habitaciones dobles, triples e individuales eran diferentes y que en ningún caso tenían intención del que el coste añadido lo pagara el ayuntamiento. Juan negó que la denuncia pública del PP fuera el detonante del pago de su bolsillo de la habitación doble y de la devolución de la dieta de kilometraje y la multa. E insistió en que el problema es que entre el 25 de julio al 22 de agosto se encontraba de vacaciones y en el extranjero. Sostuvo también que fue él quien se percató que el kilometraje había sido cobrado indebidamente. «Todo es mejorable», insistió.