Los incendios forestales de Carcaixent, Benifairó de les Valls, Bolbaite y Terrateig arrasaron entre el 15 y el 17 de junio 3.963 hectáreas, de las cuales 54,99 correspondían a terrenos de espacios naturales protegidos en el río Júcar, la Cova de la Moneda de Cotes y el parque natural de l'Hort de Soriano. Las llamas afectaron a 2.276 hectáreas de terreno forestal estratégico y a 0,32 de montes públicos, con un total de 18.488 árboles quemados.

El incendio que afectó a un mayor número de municipios fue el de Bolbaite, que alcanzó a las localidades de Anna, Bolbaite, Cotes, Chella, Estubeny, Sellent y Sumacàrcer. Ardieron 1.626 hectáreas de las que el 25,82 % estaban en el término de Cotes; el 24,45 %, en Sellent, y el 16,65 %, en Chella. En Bolbaite, lugar del origen del fuego, la superficie arrasada por las llamas representó un 0,03 %. Fue el más perjudicial para los espacios naturales protegidos. En Chella, afectó a 9,54 hectáreas protegidas, en Cotes, a una hectárea, y en Anna, a 0,05. Aquí, las llamas acabaron con 13.319 árboles.

La peor parte en Carcaixent

El incendio de Carcaixent se extendió por los municipios de Alzira, Carcaixent, Xátiva y Simat de la Valldigna, y fue el más dañino para las zonas que gonzan de mayor protección, afectando a 44,40 hectáreas. En este incendio se perdieron 2.221 árboles. El que afectó a Terrateig fue el segundo más perjudicial para la masa forestal, pero el que, sin embargo, menos superficie arrasó. Se quemaron 2.948 árboles y 19,72 hectáreas se vieron afectadas. Las llamas llegaron hasta los municipios de Llocnou de Sant Jeroni y Terrateig.

El fuego de Benifairó de les Valls afectó a esta localidad y a Sagunt, donde se quemaron 25,80 hectáreas de las que 25,26 correspondieron a terreno forestal estratégico. También se arrasaron 0,32 hectáreas de montes públicos.

Entre las infraestructuras y bienes dañados hay instalaciones de regadío, árboles y recursos ganaderos como abrevaderos, comedores o señales. Estos últimos están incluidos en las 47 hectáreas de zonas de actividad cinegética que fueron alcanzadas por el fuego.

Asimismo, entre los árboles pasto de las llamas, 13.827 son cítricos, 3.592 olivares, 813 frutales y 610 de otras especies. Carcaixent perdió 1948 cítricos y Alzira 63. En el de Boltaite, los municipios más afectados fueron Anna y Sellent, que perdieron 5.745 y 2.434, respectivamente. También fue destacable la quema de cítricos en Llocnou de Sant Jeroni, donde se carbonizaron 1.721 cítricos.

Donde más olivares se quemaron fue en el término municipal de Chella al perderse 3.093 olivos, a los que hay que sumar los de Bolbaite, sumando un total de 3.577.

En cuanto a los frutales, el incendio de Terrateig castigó severamente a este municipio, que perdió 633, representanteado la mayor pérdida de esta clase de especies arbóreas de los cuatro incendios de hace dos meses. Cabe destacar que en el incendio de Benifairó de les Valls la diputación no registró datos sobre árboles quemados.

Daños a infraesctructuras

Las infraestructuras y bienes de interés cinegético afectados por los incendios del pasado junio se cifran en 89 abrevaderos, 75 comedores, y 623 señales, además de las 47 hectáreas áreas cinegéticas arrasadas. En el incendio de Carcaixent se perdieron 515 infraestructuras, registrando las mayores pérdidas de los cuatro. En el de Bolbaite fueron 250 y en el de Benifairó de les Valls fueron 22, no registrando ningún dato sobre este tipo de daños en el incendio de Terrateig.

Estos datos los ha recabado el área de Medio Ambiente de la Diputación de Valencia en colaboración con los ayuntamientos afectados para inventariar todos los daños que se registraron en las diferentes infraestructuras agrarias, forestales, cinegéticas o de otros sectores para trazar una estimación económica de la cuantía de los mismos de cara a futuras restauraciones en la que participará también la Generalitat valenciana.

La corporación provincial ha trasladado esta información a la Agencia de Seguridad y Respuesta a las Emergencias, dependiente del Consell, para que sus técnicos evalúen los daños que ocasionaron los incendios y realizar un presupuesto que pueda cubrir las necesidades económicas de los municipios para hacer frente a estos daños con solvencia.

Junto a estos trabajos de restauración del monte quemado, tanto la Generalitat como la Diputación de Valencia trabajan durante todo el año en la el cuidado del monte con los Agentes Medioambientales, los puestos fijos de vigilancia y las patrullas forestales de prevención de Vaersa y Divalterra.