Es mucho el dinero que se gasta en una boda, al menos en las organizadas a la manera «tradicional». Banquete, baile, vestidos, reportaje fotográfico, detalles para los invitados... etc. Todo para que el día sea inolvidable siempre siguiendo las normas sociales establecidas. Paola y Luca se las van a saltar, pero por una buena causa. Los invitados a su enlace, que se celebrará el próximo mes de octubre en Ferrandina, un pueblo de la región de Basilicata, al sur de Italia, se volverán a casa tras el convite con las manos vacías. La pareja espera que familiares y amigos lo comprendan porque han decidido donar lo que se hubieran gastado en detalles para los invitados (y seguro que algo más) y destinarlo a la investigación contra el cáncer.

Todavía no saben cuánto será en concreto. «En Italia, los regalos se dan por familia. Se llaman bomboniere y normalmente suelen tener un valor económico algo más alto», aclara Paola, la novia.

Un destino especial

Las notas de agradecimiento que se repartirán en el enlace (en italiano y español) ya están hechas y cuentan el destino que tendrá ese dinero: colaborar con el equipo de Oncología del Hospital de Sagunto. No explican, sin embargo, el por qué de este gesto. Para la pareja esta donación tiene un significado muy especial porque es allí en el hospital de Sagunto donde trataron al padre de Paola de un cáncer y donde pasó sus últimos días y es allí donde están tratando también a su madre. El mismo mal, separado apenas por unos meses.

Paola, argentina de nacimiento pero afincada en Valencia desde 2002, lo tenía claro. «Queríamos donar, sí, pero no a una asociación donde no sabes donde va a parar el dinero. Quería que fuera directamente para ellos, para ese equipo de gente increíble que hizo más digna la muerte de mi papá y ahora está atendiendo a mi mamá», cuenta emocionada. Para conseguirlo se pusieron en contacto con el equipo médico que les recomendó hacer la donación directamente a la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica (Fisabio) ya que es esta institución la que agrupa los estudios tanto del Hospital de Sagunto como de otros centros que no cuentan con instituto de investigación propio.

Los futuros beneficiarios recibieron «encantados» el gesto de Paola y de Luca. «Yo solo quiero ayudar pero entiendo que cualquier cosa es poco. Además en una boda hay mucho dinero que se gasta por gastar, por estatus, por quedar bien? Es mi manera de agradecerles y a mi padre le hubiera gustado seguro», añade Paola.

Los problemas médicos de su familia „que salió de Argentina en 2001 para buscar un futuro mejor y acabó asentándose en Gilet„ no difieren mucho de la triste realidad de otras muchas que, a diario, se enfrentan a la bestia del cáncer. La familia de Paola, tras perder a su padre, sigue luchando para que su madre lo venza. Ella lo tiene claro y transmite su mensaje.

«Animo a la gente a que reflexione y a que piense cuánto está gastando y en si realmente se necesita. Con esto queríamos agradecer tanto a los doctores como a los profesionales de Oncología, del hospital de día, a todas las enfermeras, a psicólogos? han sido y están siendo todos increíbles. Este es mi pequeño homenaje».