Once son los diputados valencianos del PSPV y Compromís en el Congreso de los Diputados y seis los votos que le hacen falta a Mariano Rajoy para conseguir la investidura como presidente del Gobierno. Los números le salen a la presidenta del PP valenciano, Isabel Bonig, quien ayer pidió a estos parlamentarios su abstención en la Cámara Baja a cambio de negociar una reforma en la ley de financiación.

La también portavoz del PP en las Corts agitó ayer el debate. «¿Quieren a los valencianos? ¿Quieren solucionar los problemas de los valencianos? Que se dejen ya de tantos llantos y que empiecen a actuar», pidió al presidente del PSPV, Ximo Puig, y a la coportavoz de Compromís, Mónica Oltra. «Yo no les pido que voten a favor, porque sería casi un milagro», pero sí ofreció «reformar el modelo de financiación a cambio de 11 abstenciones. Es sencillo y fácil», argumentó Bonig.

La presidenta del PP valenciano explicó ayer tras la reunión de síndics de las Corts un gobierno en funciones no puede cambiar el modelo de financiación autonómica, y precisó que las once abstenciones no son un sí al gobierno de Rajoy. El PP «está dispuesto a ayudarles -al gobierno del PSPV y Compromís en la Generalitat- sin -pedir- nada a cambio». Si se lograra el cambio del modelo de financiación autonómica, el ejecutivo valenciano «tendrá tres años por delante para demostrar» sus políticas de cambio, según Bonig.

«Mercadeo» de votos

Tanto los socialistas como los de Compromís rechazaron la oferta de los populares. El portavoz del PSPV en las Corts, Manolo Mata, contestó que que la proposición de Bonig es «irresponsable» y «una puñalada trapera a Rajoy», sobre todo si el candidato a la presidencia del Gobierno «confiaba en sacar los votos de los catalanes o de los vascos».

Rajoy «debe de estar horrorizado de que un dirigente regional esté chantajeando y comprando no sé cuántos votos», explicó Mata. «Es un delirio político intolerable y un chantaje», arremetió el síndic socialista. «La persona que tenía la responsabilidad y la obligación de cambiar el modelo de financiación y acabar con la infrafinanciación de la Comunitat en enero de 2014 era Rajoy, por lo que si no lo ha hecho hasta ahora es porque no ha querido», replicó Mata.

Por su parte, la portavoz adjunta de Compromís en el parlamento valenciano, Mireia Mollà, calificó de «broma de mal gusto» la oferta de Bonig, «una supuesta compra de votos». «No vamos a caer en esta compra de votos, tenemos muy claro que un gobierno alternativo del que formemos parte Compromís y las confluencias es el que garantizará el cambio del modelo de financiación», aseguró. La portavoz lamentó que en el PP«estén muy acostumbrados» a «financiarse ilegalmente y a saltarse las leyes».