El informe que el Consell encargó el pasado mes de abril a un grupo de ocho hombres y mujeres especialistas en fiscalidad lleva camino de convertirse en un documento incómodo. El trabajo está ya terminado y entregado, pero el Ejecutivo ha decidió esperar antes de hacerlo público. Tanto desde Presidencia como desde la Conselleria de Hacienda, promotora del encargo, se insiste en que se tratan de propuestas técnicas, pero que es el Consell a quien le corresponde decidir si salen adelante. En el bipartito son conscientes de que la política de impuestos es un campo de minas, ya que cualquier idea que huela a subida de impuestos es una diana fácil para la o posición. Ya lo sufrió en carnes la pasada semana el presidente Puig cuando habló de la reestructuración en los tributos.

El PP salió en tromba para criticar que el Consell vaya a subir impuestos, un extremo que Puig desmintió. Pero en materia de impuestos el trazo fino es complicado. A la comisión de expertos presidida por el catedrático de Derecho Financiero de la Universitat de València, Juan Martín Queralt y compuesta por ocho especialistas se le encargó estudiar la actual tributación valenciana y, en su caso, introducir nuevos impuestos. Y eso es lo que han hecho.

La decisión final, como es lógico, es política, pero, una vez hecho público el documento, el Consell tendrá que explicar por qué no hace caso a sus sabios. Internamente, además, hay diferencia de pareceres. Es sabido que socialistas y Compromís no tienen las mismas ideas en materia fiscal.

De hecho, la formación que lidera Mónica Oltra era partidaria de aplicar ya la tasa turística, mientras que altos cargos del PSPV, como el secretario autonómico de Turismo, se opuso frontalmente.

Cierto es también que el Consell de Puig necesita hacer gestos al ministerio de Hacienda y ganar fuerza de cara a las futuras negociaciones para cambiar el sistema de financiación.

El propio conseller de Hacienda, Vicent Soler, defendió en abril durante la presentación de la comisión que el debate no debía centrarse en si el Consell contempla subir o bajar impuestos, si bien reconoció que la Generalitat quiere demostrar al Gobierno central «que hemos hecho los deberes» en materia de fiscalidad. Según Soler con la reforma fiscal pretendida, el Consell tendrá «más fuerza» a la hora de reivindicar un nuevo modelo de financiación autonómica.