Llíria ofrece al visitante un impresionante patrimonio artístico y cultural que bien merece una visita mediante la amplia oferta de rutas turísticas diseñadas por el ayuntamiento. Sin embargo, al margen de la oficialidad es muy recomendable adentrarse en la capital del Camp de Túria en el itinerario que marcan los edificios y teatros existentes en la población, que tienen en la música su razón de ser. Desde un punto de vista urbanístico y social se puede hablar de barrios y monumentos vinculados a la Banda Primitiva y a la Unió Musical, las dos sociedades de Llíria, mundialmente conocidas por su excelencia artística desde su fundación en el siglo XIX.

La soberbia sede de la Primitiva, El Clarí, está enclavada en el Barri del Raval y de Sant Francesc, en la zona norte donde se ubica la Esglèsia de Sant Francesc que tiene como culto a la Mare de Déu de la Puríssima. Por eso, para un músico de la entidad ser clarinero es ser purisinero. Por su parte, el imponente edificio de la Unió se ubica en el carrer Sant Vicent Ferrer, en el centro de la villa. Está pegado a la l´Esglèsia del Remei por lo que se considera a los unioneros devotos de la Mare de Déu del Remei. Una vez al año, en el Festival de Bandas de las fiestas patronales, tal como comenta el concejal de turismo, Ferran Pina, «las dos mejores bandas del mundo la Unió y la Primitiva protagonizan un Mano a Mano, único e irrepetible». El acto, que se programa el próximo 24 de septiembre, se desarrolla en la Plaça Major, otro de los enclaves turísticos de Llíria donde se puede admirar l´Esglèsia de l´Assumpció, ejemplo insigne del barroco valenciano, y a las puertas del palacete renacentista de Ca la Vila.

Recientemente, este templo acogió el estreno mundial de la 9ª sinfonía de Beethoven para banda, en una transcripción musical realizada por el músico edetado Mas Quiles y en un concierto inolvidable que fue dirigido por Manuel Galduf. Este concierto celebrado en junio reunió a 1.500 personas y supuso un triunfo apoteósico de los músicos profesionales de la Unió y la Primitiva que lo protagonizaron al alimón. La Agència Lliriana de Turisme ha patentado el lema Sinfonia de Culturas como uno de sus mensajes preferidos para difundir los atractivos turísticos de la ciudad. «El lema „explica Ferran Pina„ surge de la idea de que es la música lo que une y armoniza a todas las civilizaciones (íberos, romanos, árabes, ...) que han vivido y dejado su huella a lo largo de los más de 3.000 años de historia en Llíria».

Miles de músicos vecinos

Sin duda, la antigua Edeta es la Ciudad de la Música, como reza su sobrenombre más popular. Se calcula que de sus 25.000 habitantes, al menos 3.000 son músicos. Y es casi imposible que un liriano no tenga a alguien de su familia en la Primitiva o en la Unió. Con una salvedad, los músicos edetanos están repartidos por todo el mundo, en las mejores orquestas, bandas y conservatorios. Además, Llíria cuenta con otras tres prestigiosas formaciones como la Agrupación Musical Vicente Giménez, la Orquesta de Plectre el Micalet y la Banda de Música UDP, la primera banda de pensionistas y jubilados formada en España. La Vicente Giménez ensaya en lo que se conoce como el Teatro del Carlista, perteneciente a una sociedad privada y sito en el carrer Sant Vicent de Paul.

La orquesta del Micalet cuenta con su propia sede en el carrer de Sant Miquel que se encuentra en la subida al Monestir de Sant Miquel (BIC), otro de los emblemas del patrimonio edetano porque alberga la imagen del patrón y porque recibe a devotos de toda el área metropolitana desde hace décadas. La Banda de la UDP está alojada en el Llar del Jubilat, que cuenta también con un teatro propio.

Por último, el Conservatorio de Llíria es una cantera inagotable de artistas de toda la Comunitat Valenciana.