El secretario autonómico de Educación, el socialista Miquel Soler, ha anunciado esta mañana que el Consell "junto a 12 autonomías presentará un recurso ante los tribunales para parar las reválidas» que este próximo curso que arranca pasado mañana la Ley Orgánica para la Mejora de la Educación (Lomce) que introduce al final ESO y Bachillerato. Aunque en esta primera convocatoria no será obligatorio aprobar dichos exámenes finales externos para obtener el título, la nota de la prueba de Bachillerato si que contará para el acceso a la universidad al haber acabado la ley del PP con la selectividad.

"Nuestra intención en el caso de la reválida de Bachillerato es prorrogar las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU) un curso más porque el alumnado no esté angustiado por no saber todavía qué se hará", añade Soler. El secretario autonómico hizo estas declaraciones tras reunirse junto al director general de Politíca Educativa, Jaume Fullana, con representantes de la Plataforma En Defensa l'Ensenyament Públic, que solicita la derogación de la Lomce.

"Presentaremos un recurso para que se derogue el decreto del pasado 29 de julio por el cual este curso habrá reválida tanto en cuarto de la ESO como en segundo de Bachillerato", explica Soler tras anunciar que dicho recurso deberá aprobarlo el pleno del Consell. "El alumnado de Bachillerato empezará el curso sin saber a qué tipo de prueba se enfrentará, y esto es muy grave", añade

Soler ha detallado a la plataforma que la conselleria está coordinándose con el resto de autonomías para una reunión sobre las reválidas del Ministerio de Educación y abordar conjuntamente las actuaciones a emprender puesto que, según el secretario autonómico, "el ministro en funciones no está dispuesto a establecer ningún diálogo". "Hace meses que la inmensa mayoría de autonomías le hemos dicho al ministro Méndez de Vigo que las reválidas no tienen sentido. El ministro está en funciones para lo que quiere", subraya Soler.

"Nosotros „ prosigue el secretario autonómico „ estamos en contra de unas pruebas, que además, manifiestan una gran desconfianza en el profesorado que se ha pasado todo el curso evaluando el alumnado. Hay que aclarar la actual situación de incertidumbre a la cual nos tienen sometidas a todas las autonomías y, sobre todo, al profesorado y a los estudiantes de Bachillerato que, con el curso empezado, no sabrán cómo serán las pruebas ni como enfocar la preparación académica para prepararlas".