«Estamos seguros que sacaremos adelante nuestras becas», dijo ayer el conseller de Educación, Vicent Marzà. Esta fue su reacción a la pregunta sobre la fundamentación del recurso que interpuso el viernes la Generalitat contra la medida cautelar del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) que ha paralizado varias convocatorias de becas universitarias del Consell que han solicitado 11.800 estudiantes.

La resolución del TSJ llega a raíz de una demanda interpuesta por la Universidad Católica de Valencia (UCV) por vulneración de derechos fundamentales al excluir el Consell de sus becas a los alumnos de las universidades privadas.

Marzà sostiene que el sistema básico de becas «ya está garantizado por el Estado, que es quien tiene la competencia, mientras que el sistema de becas de la Generalitat es complementario, y como tal debe llegar a quién más lo necesite».

En este sentido, recalca que el criterio del Consell es que sus becas deben ser para los estudiantes de universidades públicas por una razón «clave», que es «evitar discriminar a aquellos estudiantes que tienen que cambiar la carrera que quieren cursar porque no les alcanza la nota y no tienen recursos para matricularse en la privada».

Por ello, insiste en que conceder becas a los universitarios que cursan en la privada los estudios que quieren, porque aunque no tienen nota para hacerlo en la pública si tienen recursos, «no sería justo». «No estaríamos garantizando la igualdad de oportunidades», concluye.