Veintiuna tortugas marinas de los huevos que se encontraban custodiados en la reserva protegida de la Punta, en el Saler, desde el pasado mes de julio nacieron en la noche del lunes.

Esta misma mañana han dado su primer paseo hacia el mar delante de los voluntarios y los medios de comunicación, aunque antes de llegar al agua han sido guardadas de nuevo en un capazo porque precisamente en esa zona «hay muchos depredadores como los palometones y los dorados, que acabarían con las tortugas, que aún tienen el caparazón muy blando», según explica Juan Eymar, técnico de Recuperación de Fauna Marina de la Conselleria de Medio Ambiente.

Dentro de una semana sí que las dejarán ir hasta la orilla en la playa de les Palmeres de Sueca. Allí, el pasado 2 de julio, su madre, la tortuga «Carlita», un ejemplar de alrededor de 110 centímetros de diámetro y más de 100 kilos de peso, puso más de ochenta huevos. Diez de las crías que estaban siendo incubadas desde principios de julio en el Oceanogràfic, en las condiciones óptimas para ello, nacieron a finales de agosto. Ahora están viendo la luz el resto. A las 21 que ya han salido, se espera que se sumen durante los dos próximos días un buen número más de estos galápagos.

Los más de 50 voluntarios de la asociación Xaloc estarán las dos próximas noches en el campamento que desplegó el Ejército de Tierra en la reserva integral de la playa de la Punta, en el Saler, para continuar con la custodia de los huevos que todavía no han eclosionado.

Por otra parte, Juan Eymar ha recordado que en el futuro es probable que más ejemplares de tortugas boba salgan a desovar en el litoral de la Comunitat Valenciana, pese a que en los últimos 200 años sólo se han catalogado cuatro casos „todos ellos en la última década„. Ante cualquier avistamiento los técnicos han solicitado que se llame al 112 para que, a partir de ahí, se active el protocolo oportuno para garantizar la supervivencia de esta especie en extinción.