María José Abeng Ayang siente que ha sufrido desde 2012 indefensión por parte de la administración pública, a la que acusa de haberle arrebatado a su hijo prácticamente a las pocas horas de haberlo parido. Además, señala a los padres preadoptivos y a su abogado Enrique Vila por haber creado un circo mediático

­­

­Buscados los padres de acogida por las fuerzas de seguridad, para el cumplimiento de una sentencia, y constando oficialmente como «desaparecidos», se dictó por el juzgado una orden de «búsqueda y localización» de los mismos. Localizados los padres de acogida por la Guardia Civil, el 5 de septiembre, mi abogada se puso en contacto con el Sr. Vila, para realizar un plan de adaptación, desde el día 7 de septiembre (que yo me volví a personar en Valencia) hasta el día 12. Pero no. No podía ser así. Los padres de acogida se negaron, instándoles como último día la Guardia Civil el día 12, o en su caso proceder a su detención. ¿Y ahora vienen ustedes a hacer todo este circo mediático, en el cuartel de la Guardia Civil, con ambulancia, manifestación, mentiras, calumnias y difamaciones, cuando yo podía haber instado su detención, negándome a ello por entender su propio dolor? Solo tengo 19 años, pero la vida me ha curtido en la lucha con dragones. He llorado en estos cuatro años, ¡¡¡ tanto!!! que a veces pensaba que no tendría más lágrimas para llorar el resto de mi vida. Me equivoqué, Sr. Vila. Hoy, viendo sus calumnias, he vuelto a llorar. Llorar de rabia, impotencia... Preguntándome por qué tanto dolor hacia mí y hacia mi familia... Y de alegría, de mucha alegría al abrazar de nuevo a mi hijo.

No soy yo quien ha iniciado esto. No soy yo en quien tienen que volcar su rabia, su tristeza y su impotencia. Yo no les di el niño en acogida. A mí me lo arrebataron. No soy yo, quien les ha puesto en esta situación. Solo soy una madre que AMA por encima de todo a su hijo. Que no ha dejado de luchar por él, desde el mismo momento en que supe que me lo querían arrebatar. ¿O cree que me fue fácil huir a Guinea embarazada, con 14 años, para que no me lo quitaran?

Lo que está claro es que no voy a renunciar a mi hijo, ni ahora, ni nunca. Si no hubiera llegado a recuperarle. Le buscaría cuando tuviera 18 años. ¿ Y qué cree que opinaría Juan Francisco, cuando conozca toda mi historia, toda mi lucha contra los dragones?