El bisonte más grande de la Reserva de Valdeserrillas (en Benagéber),. El animal, un ejemplar único de 800 kilogramos de peso, el líder de la manada, el más grande y poderoso, desapareció junto con otros dos animales el pasado martes.

El director técnico de la Reserva, Carlos Álamo, quien se encarga a diario de los animales, de sus cuidados y de atender sus necesidades, lo encontró muerto y decapitado el pasado viernes. Nada se sabe, de momento, de los otros dos bisontes desaparecidos. El resto de la manada (siete ejemplares más) están enfermos. Por ello, la primera hipótesis que baraja el Seprona es que los animales han sido envenenados.

La investigación sigue abierta. La sanción por atentar contra este animal puede ascender a los 600.000 euros ya que se trata de una especie protegida, en peligro de extinción. De hecho, el objetivo de la Reserva es recuperar el bisonte europeo (Bison bonasus), que se reintrodujo en la cuenca mediterránea en 2015 „tras 10.000 años„ con la llegada de los primeros ejemplares de la Reserva, que llegaron desde Holanda. En mayo del año pasado llegó otro grupo de animales. «Ahora todos presentan diarrea y están asustados y desperdigados por la Reserva. El jefe de la manada, el que primero que come y bebe, el líder, ha sido asesinado. Lo han decapitado, no sabemos si como trofeo de caza o por qué motivo pero los culpables no son conscientes del grave daño que han causado. Esta especie está súper protegida en Europa y estos animales en concreto, gracias a la labor de Carlos Álamo, son salvajes pero dóciles, estaban en perfecto estado y comían hasta de la mano. Ahora están traumatizados, enfermos y desperdigados por la Reserva. Es muy lamentable y el delito es muy grave y muy serio», han explicado a este diario desde la Reserva.

Los animales llegaron a la Reserva de Valdeserrillas en 2015, de 365 hectáreas -una superficie similar a la de 400 campos de fútbol- pero el proyecto arrancó 5 años antes. «Este es un proyecto de gran envergadura a nivel Europeo y costó mucho traer a los animales», han añadido desde la Reserva.

En 1919 murió el último bisonte europeo en libertad. Lo hizo en un pequeño enclave de Polonia. Y es que la especie que fuera en épocas pretéritas una de las principales fuentes de alimentación del hombre prehistórico, también sirvió para alimentar a una Europa sometida a periódicas hambrunas. Sin embargo, la presencia de unos 50 ejemplares en zoológicos y reservas permitió en 1923 iniciar un proceso europeo de recuperación de esta especie de la que la Reserva de Valdeserrillas forma parte.