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Intentos de estafa a las aseguradoras

Un fraude de 550 millones de euros

Las compañías de seguros dedican una gran parte de su tiempo y de su presupuesto en bucear en Internet para hallar cualquier material que pueda descubrir a los defraudadores

Accidente entre dos vehículos en la calle Cuenca de Valencia. Marga Ferrer

Una estafa que tuvo un impacto económico mayor que la construcción y el equipamiento del hospital La Fe de Valencia. Los responsables de este agujero de 550 millones de euros son los clientes de las aseguradoras que fingieron un fraude durante el pasado año. Un 53% de esta cantidad -alrededor de unos 290 millones- está vinculado a intentos de estafa ligados a las coberturas del seguro de automóviles (daños corporales, daños materiales, robo, otras garantías?), tal como señalan Unespa y ICEA, principales asociaciones empresariales de seguros.

Por ello y desde hace años, las compañías aseguradoras invierten cada vez más tiempo en bucear en las redes sociales de los presuntos denunciantes. Twitter, Facebook, Instagram, Snapchat, todas ellas se convierten en herramientas claves para la lucha contra el fraude. No sería la primera vez que los asegurados se quedan sin indemnización tras ser descubiertos, tal como ocurrió con un cliente en 2012 que denunció el robo de los asientos de su automóvil y su compañía de seguros los encontró en eBay.

En muchos casos de los que se tramitan, los desperfectos que denuncian los asegurados ya estaban tanto en las viviendas como en los coches. En otros, ocurre todo lo contrario: un incidente se produce en alguna de estas posesiones y los asegurados creen que es la oportunidad perfecta para estafar al seguro y poder comprarse esa nueva televisión de plasma que tanto desean. Por eso igual que los estafadores se modernizan, quienes persiguen los fraudes también.

Las aseguradoras rastrean las redes sociales para encontrar cualquier pista que pueda demostrar la falsedad de los hechos denunciados: una nueva foto de perfil, un post, un vídeo... cualquier material es útil.

El seguro de automóviles es el que más suele presentar incidentes ya que se trata del producto más extendido y, por lo tanto, el que es más conocido por parte de la gente.

En 2015 se produjeron cerca de 306.000 reclamaciones fraudulentas a compañías de seguros a través de siniestros simulados, inducidos o inventados, así como incidentes fortuitos en los que se exageraron los perjuicios sufridos.

Los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado reconocen también que desde el inicio de la crisis se ha producido un aumento en la simulación de robos y hurtos acción que constituye un delito y que, además, es un perjuicio al conjunto de la sociedad. Los siniestros se resuelven con el dinero de las primas que recaudan las aseguradoras, es decir, con lo que paga cada persona por sus pólizas. Por lo tanto, quienes simulan las consecuencias de un siniestro están, en última instancia, perjudicando al resto de asegurados ya que se incrementará la cuota que pagarán el próximo año.

Coches asegurados «casi» siempre

En el caso de la Comunitat Valenciana, los seguros más contratados por las familias son, principalmente, los de coche y hogar. Estas dos modalidades son adquiridas por 4 de cada 5 familias. Los turismos de cuatro ruedas son los más asegurados en esta zona igual que ocurre en Madrid y el País Vasco. Sin embargo, en Andalucía y Cataluña son las motocicletas.

En la memoria social elaborada por Unespa también llama la atención que Castelló, Valencia y Alicante están dentro del grupo de provincias definidas de «alta probabilidad»; es decir, estos hechos delictivos se concentran, fundamentalmente, en el arco del mediterráneo, tal vez debido a la presencia frecuente de segundas residencias. Asimismo, los robos en los hogares de Comunitat Valenciana son -junto con los de Cataluña, Baleares y Madrid- los que suelen tener un coste que supera el millón de euros.

Los clientes de la Comunitat invierten también en las pólizas de decesos -la mitad de las familias que viven en la Comunitat Valenciana cuentan con uno de estos-. Pese a que en ocasiones éstos no llegan a embolsarse tal como señala la gestora Wiquot.com, que indica que «el 10% de estas pólizas no se cobran en España» pues «las compañías no tienen la obligación legal de informar a los familiares del fallecido de que éste disponía de seguro de vida».

La póliza de salud, por contra, apenas supera el 13% entre los valencianos muy por debajo de la media española cuyo porcentaje de contratación es del 26%. Por todo ello, las aseguradoras, conscientes del dinero que hay en juego, centran sus esfuerzos en identificar los fraudes.

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