¿Qué padres no ven con buenos ojos que sus hijos terminen el Bachillerato con el certificado B1 de conocimientos de inglés de fábrica? La jugada maestra del nuevo decreto de enseñanza plurilingüe ideado por el tándem Compromís-PSPV de ligar la introducción del inglés en las aulas, con la consiguiente acreditación automática de competencia en el idioma extranjero, a una mayor presencia del valenciano en las clases tiene un talón de Aquiles: la escasa capacitación del profesorado en la lengua de Shakespeare.

Únicamente el 2,6 % de docentes, según dat0s de la Conselleria de Educación, cuentan con el doble requisito para poder dar clase en inglés que se pide en el Decreto de Plurilingüismo del PP de 2012 que se va a derogar. A saber, el nivel B2 de competencia en este idioma así como el certificado de capacitación para impartir contenidos en lengua extranjera. Esta casi inexistente formación en inglés del claustro llevó el pasado mayo a la actual conselleria a introducir una moratoria de dos cursos, hasta el 2018-19, la exigencia de dichos requisitos que tendría que haber entrado en vigor este curso que acaba de empezar.

Un plan a 10 años vista

El borrador del decreto de plurilingüismo, además, aumenta el nivel de exigencia de competencia lingüística del profesorado hasta un C1 de inglés, lo que ha obligado a la conselleria a dilatar a lo largo de una década, hasta 2026 no culminará, la implantación del nuevo Programa Plurilingüe Dinámico (PPD). Éste unifica las lineas en castellano y valenciano en una sola dividida en seis niveles donde los más avanzados son aquellos con más valenciano y inglés.

Para sindicatos docentes como la Federació d´Ensenyament de CC OO fiar al inglés la suerte del valenciano en la enseñanza es una apuesta de riesgo. «El profesorado de Primaria no está preparado para dar tres asignaturas en las que el inglés sea lengua vehicular que se exige en el nivel Avanzado 2», advierte Ferran Garcia, secretario de Política Lingüística de este sindicato.

En una situación en la que solo tres de cada 10 alumnos de la Comunitat estudian en líneas en valenciano, Garcia sostiene que «no se pueden supeditar los derechos lingüísticos del alumnado al hecho de que no tengamos profesorado capacitado en inglés». Por esta razón reclama una implantación del trilingüismo «a doble velocidad», en la que se avance más rápido en valenciano sin esperar al horizonte de diez años previsto para el inglés.

Las líneas rojas

Las líneas rojas que ha delimitado el conseller en la progresión de la lengua propia en las aulas es que el avance de un nivel a otro sea voluntario para los centros, sin imposiciones pero acompañando a los colegios con recursos para la formación del profesorado en idiomas y en metodologías pedagógicas que integran el tratamiento conjunto de lenguas y contenidos.

El caballo de batalla entre partidarios y detractores del nuevo decreto de plurilingüismo es el ritmo de la reconversión de las actuales líneas de castellano (Básico 1 y 2 en el nuevo decreto) en programas de enseñanza en valenciano (Avanzado 1), que los expertos en didáctica de las lenguas consideran el modelo óptimo para formar alumnos que dominen el castellano, el valenciano y el inglés.

Aunque el foco del posible conflicto se está poniendo en las zonas castellanoparlantes del interior de la provincia de Valencia y del sur de Alicante, el verdadero agujero negro de la enseñanza en valenciano es la ciudad de Valencia, donde según un reciente estudio del Sindicat de Treballadors de l´Ensenyament (Stepv) apenas 1,5 de cada 10 alumnos estudia en la lengua propia. Cualquier avance en el Cap i Casal, donde estan escolarizados casi uno de cada seis alumnos de la Comunitat, sería un gran salto para la enseñanza en valenciano.

Cambio «sin bronca social»

En este sentido, saltar de los niveles básicos, que rechazan tanto el Stepv como CC OO y Escola Valenciana, a un Intermedio 2 según García «se podría hacer sin apenas bronca social, pues todo el profesorado de Primaria tiene el requisito lingüístico para dar clases en valenciano y no supone un gran cambio respecto a hace tres curso».

Hasta el curso 2014-15 todos los colegios daban Coneixement del Medi en valenciano, pero al dividir la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) esta área en dos asignaturas (Naturales y Sociales), la anterior conselleria de Educación del PP dejó que los colegios pudieran dar una de estas dos materias en castellano o en inglés. La mayoría de concertados optaron por aumentar la carga lectiva en la lengua mayoritaria.

Según el estudio del Stepv, la concertada escolariza a uno de cada tres alumnos, pero de los 283.689 alumnos que tenía en el c 2o14-15, sólo 16.827 (no llega al 6 %) estudiaban en valenciano.

Pasar del Básico al Intermedio 2 supondría volver a dar en valenciano Naturales y Sociales, además de Educación Física o Artística, por lo CC OO insta a conselleria a trabajar para que este sea el nivel de partida en el plazo más corto de tiempo posible.